miércoles, 29 de febrero de 2012

Pecado y salvación

La biblia define el pecado como: culpa, iniquidad, maldad, ofensa, prevaricación, transgresión. Todo lo que desagrada a Dios y nos separa de él.
1- Desde el principio el hombre rechazó el amor de Dios. El hombre desatendió el consejo de Dios, y seducido por Satanás, en lugar de obedecer, se rebela contra su Creador, buscando adquirir conocimiento al margen de Dios. En consecuencia, el mundo cayó en maldición y pérdida del orden y la armonía con que había sido diseñado; y el hombre mismo, fue destituido del paraíso quedando sin comunión con Dios expuesto a toda clase de males.
Desde entonces, el hombre por más fuerte que sea, inteligente, instruido, o tenga mucho dinero y poder, siempre está sujeto a toda clase de concupiscencias de la carne; a vivir con temores, angustias, odios, envidias, tensiones, incomprensión, desconfianza, incapacidad para relacionarse con los otros, vida sin sentido, tristeza, desequilibrios y expuesto a enfermedades y la muerte.
La sociedad quedó sujeta a constantes guerras, injusticias y opresión.
Aún en el universo se manifiesta el desequilibrio: cataclismos, inundaciones, sequías, terremotos, y un sinfín de adversidades.
El responsable de todo esto como vemos, no es Dios, sino las consecuencias del pecado del hombre mismo. Y dice la Palabra que “El mundo entero quedó bajo el poder del diablo1ª de Juan 5:19. Y en Jeremías 2:13, dice el Señor: “Me dejaron a Mí, manantial de aguas vivas para hacerse aljibes agrietados que no pueden retener el agua.” Fue el hombre el que abandonó a Dios, Dios no abandonó al hombre.
Desde su caída, el hombre ha recurrido a toda clase de falsas soluciones:
a) Religiones, que lo han separado y alejado más del verdadero Dios.
b) Filosofías, sabiduría humana que lo llenan más de confusión y lo desvían del único camino, que es Jesucristo.
c) Obras humanas, esfuerzos de superación personal que lo centran en sí mismo, haciéndole sentir y creer que es autosuficiente y que el poder está en su interior y por lo tanto, no tiene necesidad de  buscar de Dios; le hacen creer que él puede alcanzar todo cuanto desee, que solo tiene que visualizarlo y declarar que lo quiere para alcanzarlo, pero al final todo esto solo le trae más frustración.
d) Prácticas de ocultismo, el hombre en ese afán de búsqueda, ha recurrido a la adivinación, magia, hechicería, espiritismo, control mental, yoga, meditación trascendental y tantas cosas que abundan hoy y que abren las puertas a los espíritus malignos que causan toda clase de perturbaciones y daños a las personas que se dejan engañar con estas prácticas.
2- Jesús nos reconcilia con el Padre. Dios en su amor, tiene compasión de nosotros y nos provee un salvador: su propio Hijo Jesucristo. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”  Jn.3:16
Solamente Dios, puede liberarnos y salvarnos por medio de Jesucristo.
Y para que el hombre pueda ser salvo, lo primero que tiene que hacer, es reconocer su condición de pecador y que tiene necesidad de la misericordia de Dios, pues la Palabra dice que todos somos pecadores: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de DiosRom.3:23.
Por el pecado “todos” estábamos perdidos y condenados a la muerte eterna, pero por designio de Dios, en su Hijo Jesucristo, somos libres del pecado, y como siervos de Dios debemos dar frutos de santidad para vida eterna: “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Rom.6:22-23. 
Esto es, ser salvos por gracia, por puro amor y misericordia de nuestro Padre celestial, sin que mediara ningún mérito nuestro por obras que hallamos hecho. “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,” Ef.2:1.
Al ser reconciliados con el Padre en Cristo, recibimos el poder para luchar contra el adversario, porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad. Ef.6:12. 
Por tanto, el verdadero creyente que le ha entregado la vida al Señor, sigue estando sujeto al pecado, pero ya no peca voluntariamente porque el Espíritu Santo mora en él. “Por tanto, El que todavía practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Pero para esto vino Jesucristo el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.” 1ª Jn. 3:8. Y en 1ª Jn. 3:9  dice que, "Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él;  y no puede pecar, porque es nacido de Dios."
Si todos habíamos quedado bajo el poder del diablo, la Palabra nos dice que ya hemos sido perdonados, redimidos, justificados, declarados inocentes, gracias al sacrificio de Jesucristo en la cruz, porque fuimos lavados y purificados con su sangre. Heb.9:14. Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, fue el único sacrificio perfecto y suficiente para limpiar el pecado de la humanidad caída y restituirnos a la condición de hijos de Dios, Jn.1:12
Y aunque la salvación es universal para todo el género humano, la salvación no es colectiva, es individual y solo la recibe todo aquel que se reconoce pecador y necesitado de la gracia y misericordia de Dios; todo aquel que cree en el Señor Jesús y le recibe como su Salvador.
¡SOLO EN JESUCRISTO TENEMOS SALVACIÓN!
Ni las religiones, ni las filosofías, ni las obras, ni las prácticas de control mental y relajación nos pueden salvar. El hombre en su seguera espiritual sigue buscando soluciones por muchos caminos, pero todos son equivocados. Solo hay un camino: ¡JESUCRISTO!
  Dios les bendiga.                                        Orfilia Miranda L.       

lunes, 20 de febrero de 2012

EL AMOR QUE EXCEDE A TODO CONOCIMIENTO


Todos conocemos la historia de Pablo. Cómo siendo un perseguidor de los cristianos, yendo camino de Damasco, el Señor Jesús le hace un llamado especial y se convierte de perseguidor del Evangelio, en el Apóstol de los gentiles.
El mismo carácter fuerte y decidido de perseguidor, fue usado por Dios para ser un fuerte anunciador del evangelio de la gracia. Pablo, consciente de la responsabilidad del ministerio especial que ha recibido, y de todo lo que le ha sido revelado que no había sido revelado antes, entiende que su misión es enseñar y mostrar las inescrutables riquezas de Cristo, las verdades de Dios y las bendiciones para la iglesia. Con este celo apostólico, en actitud de humildad, sumisión y reverencia a Dios, hace esta oración por los creyentes:  
Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.” Efesios 3:14-21
Doblar las rodillas, no se refiere solo a la actitud física de arrodillarse; es también una actitud de humildad, sumisión y obediencia incondicional a Dios como nuestro Padre y Creador, que nos permite entender que, como Padre nuestro, dependemos de Él para nuestro bienestar espiritual, emocional y físico. De él puedes recibir toda clase de bendiciones porque las riquezas de su gloria son ilimitadas e inagotables, y siempre están disponibles para todos los creyentes.
El “poder espiritual” debe ser siempre una cualidad permanente en todo creyente que se somete en la obediencia de la palabra a la voluntad de Dios, mediante la docilidad al Espíritu Santo. 
Aunque nuestro cuerpo físico se deteriore con los años y vayan menguando las fuerzas, nuestro espíritu cada día se fortalece y crece en el Espíritu, porque cuando recibimos a Cristo en el corazón, él nos permite experimentar la plenitud de su amor en nuestra vida, llevándonos a una dimensión de gozo y de paz; a un AMOR que excede todo conocimiento, que no es un mero sentimiento ni tampoco es entendible para la mente humana. Esa es la dimensión del sublime amor de Dios.
El amor que excede a todo conocimiento, es ese amor que ha sido derramado en nuestros corazones, mediante el conocimiento del Evangelio de la Gracia. Rom. 5:5.
Si tú ya has recibido a Cristo en tu corazón y el don del Espíritu Santo está en ti, ya estás capacitado para amar; ya no tienes necesidad de que el amor se derrame, porque la palabra dice que ya lo tienes, porque Jesús ya lo hizo en la cruz del Calvario. El amor derramado en ti, no es algo que tú hayas solicitado, ni lo recibes por algún esfuerzo personal que hayas tenido que hacer, pues, si dependiera de los esfuerzos humanos, ese amor no sería perfecto, no sería un amor irracional, sino que tendría límites, y estaría condicionado a ciertos criterios creados en tu mente carnal.
El amor de Dios es eterno y misericordioso: No tiene principio ni fin, lo dice la palabra en Jer.31:3: “Con amor eterno te he amado; por tanto te prolongué mi misericordia.”
Es irracional: Es decir, no se piensa ni se razona, ni se intenta tener o dar, es un amor que fluye como parte de la personalidad y del carácter de Dios, y excede a todo conocimiento humano. Efesios 3:19.
El amor de Dios en ti, de ninguna manera depende de ti, pues tu amor, es racional, es temporal, es condicional, y depende de lo que te hagan para seguir amando. Por eso el amor carnal, no es verdadero amor: es un deseo engañoso de la carne, movido muchas veces por el egoísmo y las pasiones y busca siempre beneficio personal; pues, si fuese espiritual sería eterno. Con ese amor no puedes amar, es dañino y no es el amor de Cristo.
Sólo fortalecidos por el Espíritu Santo, y habitando Cristo en tu corazón por la fe, y…“arraigados y cimentados en amor seréis plenamente capaces de comprender con todos los santos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que seáis llenos de la plenitud de Dios.”  Dios te bendiga.                                  Orfília Miranda L.

viernes, 17 de febrero de 2012

¿Una eternidad para salvación o…?


Si leemos el texto del evangelio titulado “El rico y Lázaro” de Lc. 16: 19-31, podemos encontrar allí un relato conmovedor que Jesús cuenta a sus discípulos y que pone de precedente la inmutable verdad acerca de nuestro destino y de la trascendencia de la vida.
Si ya leyó el texto entenderá, que no siempre estar en abundancia y ser considerado por todos como un hombre exitoso le traerá una eternidad de victoria, como tampoco es cierto, que si me castigo a mi mismo para expiar mis pecados conseguiré la salvación; sólo la fe y el resultado de esa fe, la justificación, nos darán la victoria. Recordemos al apóstol Pablo diciendo: “Es por fe para que nadie se gloríeEf. 2:8-9. Sin embargo, vemos a hombres hoy día que no acuden a esa salvación gratuita y generosa de parte de Dios, sino que se empeñan en apartarse de él, así como también hay quienes haciendo uso de esta fe, lucran para sí mismos trayendo sobre sí condenación.
Hace aproximadamente año y medio, murió un escritor portugués muy conocido en la literatura contemporánea, “José Saramago,” él recibió incontables premios por sus obras, incluso un premio nobel de literatura en 1998.
Me refiero a este hombre porque en muchos de sus escritos, José Saramago dejó plasmada su inconformidad con la religión cristiana y con cualquier religión que pretenda atribuirle a un dios todo el crédito de nuestra existencia; así mismo, dejó claro que no quería creer en ese Dios, pues fue según su propia creencia, un ateo declarado. Muchos de sus libros muestran la inconformidad con el sistema actual. Fue catalogado como un hombre humanista, como el que más defendía siempre el derecho de los más débiles, pero es contradictorio que aún con ese pensamiento tan lleno de benevolencia, quisiera hacerse aún lado del Dios que incluso le permitió vivir.
No quiero jugar a ser Dios, como tampoco me apresuro a decir a dónde se fue. Pero me queda en la mente la palabra de mi Señor que dice: “El que no es conmigo es contra mí”. Mat 12:30.
Dios siempre llamará a los seres humanos hacia él, pues  soberano como él es, omnipotente, omnipresente y conocedor de nuestro corazón, también sabrá quienes le aceptarán y quienes le rechazarán. Jesús, siempre supo quién le iba a traicionar, pero no por eso dejó de darle la oportunidad del arrepentimiento.
Mi amado hermano, no se apresure a alejarse de quien lo ha llamado. Satanás siempre va estar poniendo tropiezos, dudas y hará hasta lo inimaginable para que usted y yo no lleguemos a la meta del supremo llamamiento; no nos dejemos confundir, como dice la escritura en 2 Tes. 2:2, “no nos dejemos mover de nuestra manera de pensar.” El Señor vendrá un día y dará a cada uno según lo que le corresponde: a los justificados por fe, el premio de una vida eterna con él en la plenitud de la presencia de Dios, y a los que le negaron la justa retribución por su extravío. No nos asustemos cuando veamos vientos de doctrina que aparecen y pronto se van, ni nos dejemos seducir por aquellos que vendiendo un evangelio barato nos quieren quitar la fe, o socavarla incrustando herejías que pretenden poner palabras en la boca de Dios y de nuestro Señor Jesús, como artimañas del error para conducirnos a la oscuridad.
Nuestro padre Dios y nuestro Señor Jesucristo, nos han dado muestras suficientes en su palabra, para que tengamos de qué aferrarnos, no como desquiciados extremistas que no saben lo que hacen, sino como hombres convencidos de lo que creemos y de lo que nos ha sido dado. Ciertamente, para los hombres cultos y encumbrados de este mundo el evangelio es locura, pero para los sencillos y humildes es poder de Dios. 1Cor.1:18-19.
Si usted mi amado lector tuviera que partir hoy de esta vida y no sabe cuál sería su destino eterno, sepa y entienda, que por más que neguemos la existencia de Dios, él existe y es visible en todo lo creado; aprovechemos hoy el tiempo de gracia que aun tenemos y acerquémonos a Dios y él se acercará a nosotros y así nuestra vida cobrará sentido. Que Dios les bendiga.
                                                                          Luis Bustamante R.l                                                         L.B.R.                                        
              

lunes, 13 de febrero de 2012

CÓMO SEGUIR A CRISTO


Seguir a Jesús, es seguir sus pisadas, es vivir como él vivió; El debe ser nuestro modelo y esto solo lo lograremos a través del DISCIPULADO.
1- Para ser un buen discípulo, debemos tener un profundo amor por Jesucristo, que esté por encima de todo lo que amamos y estimamos, “Si alguno viene a mí, y no aborrece a padre, madre, esposa, hijos, y hermanos, y hermanas, y aún su propia vida, no puede ser mi discípulo” Luc. 14:26. Esto no significa literalmente que debamos odiar a nuestros familiares y abandonar a la familia. Significa que, nuestro amor a Cristo debe ser tan profundo y extraordinario, que debe estar por encima de todo afecto y amor humano, y el amor a nuestros familiares más bien, debe estar soportado y afianzado en el amor a Cristo.
2- Negación del Yo. “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” Luc.9:23.
La negación del “yo” o negarse a sí mismo, significa una sumisión total y absoluta al Señorío de Cristo, en la que el “yo” no tiene derechos ni autoridad. Significa que el yo es destronado de nuestro corazón y en su lugar, Cristo toma el control de nuestra vida, de nuestros sentimientos y emociones. Todo queda bajo la autoridad del Señor. Esto puede ser difícil de comprenderlo y aceptarlo, porque solo puede ser discernido en el espíritu, 1Cor. 2:14.
3- Elección voluntaria de la cruz. Mat.16:24: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” Tomar la cruz no significa sufrir con paciencia y con total resignación todo lo que nos venga, como piensan y enseñan algunos, sin buscar solución a los problemas creyendo que esa es la cruz que debemos llevar. La cruz no es pues, la enfermedad, la pobreza, angustia, desempleo, injusticias o persecución, puesto que todas estas cosas son comunes a todos los seres humanos. Tomar la cruz, tampoco es cargar una cruz de madera al hombro o colgada al cuello. Tomar la cruz, es una senda escogida deliberadamente por amor al Señor. Es un camino que el mundo considera locura, deshonra, y ridículo a los ojos de muchos, porque el mundo no entiende la locura de la cruz. 1Co 1:18  “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.”
La cruz es el emblema de la persecución, de la vergüenza y el abuso que el mundo cargó sobre el Hijo de Dios, nuestro Salvador, y que cargará también sobre todos aquellos que decidan ir en contra de sus dictados.
Llevar la cruz, es seguir los pasos de Aquel que nos amó hasta la muerte y muerte de cruz; es caminar en contravía del mundo; es ir contra la corriente; es ir en contra de lo sensato del mundo.
Por tanto asedio mundano es que hoy es tan difícil ser un auténtico cristiano.
Los creyentes de hoy quieren evitar la cruz, y lamentablemente, poco a poco se han ido acomodando al sistema del mundo y a sus caminos ambiciosos.
4- Una vida anclada en Cristo. Para “tomar la cruz y seguir a Jesús” debemos comprender y conocer cómo vivió Él: su vida fue de total obediencia a la voluntad del Padre, dedicada al servicio y amor a los demás; fue ejemplo de paciencia, bondad, mansedumbre y fidelidad; así, que para ser sus discípulos debemos ser semejantes a Él.
5- Tener un amor ferviente por los hermanos en Cristo. Jn.13:35, En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.Sin este amor el discipulado sería frío y legalista, sería como un címbalo que retiñe. Sin embargo, es lo que más nos cuesta.
6- Permanecer en la Palabra. Jn.8:31, “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos.” Estas son características de un verdadero discípulo: la estabilidad, constancia y fidelidad. Es fácil empezar la vida de la fe muy llenos de entusiasmo, pero la prueba de la madures cristiana es la resistencia hasta el final. La obediencia ocasional a la Palabra no sirve, Cristo desea que los que le siguen lo hagan obedeciendo en forma constante hasta el final.
7- Renuncia a todo para seguir a Cristo. Luc. 14:33, “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” Este requisito del desprendimiento es el menos aceptado para seguir a Cristo, y podríamos decir también que es un texto poco apreciado de la biblia. Muchos teólogos y estudiosos de la biblia tratan de dar mil explicaciones para probar que el versículo no quiere decir lo que parece decir, pero los discípulos sencillos y humildes lo reciben aceptando que el Señor Jesús, tenía claro y sabía lo que decía. Esto significa el abandono de todas las cosas que no sean absolutamente necesarias; era lo que hacían los primeros cristianos. Esto no convierte al discípulo en un despreocupado holgazán o indigente, más bien, trabaja arduamente para las necesidades de sí mismo y de su familia.
Obviamente, este estilo de vida no se logra de un día a otro, es el fruto del constante esfuerzo, la oración diaria y del estudio y meditación de la Palabra.
En esencia, la vida cristiana es agradar a Dios, es vivir para Dios; es un constante avanzar por alcanzar la perfección en Cristo. A eso fuimos llamados.
Dios les bendiga hermanos.                                       





martes, 7 de febrero de 2012

BIENVENIDA AL BLOG


Les doy la bienvenida a este nuevo blog, a todos los creyentes amantes de la Sana Doctrina del Señor.
Cuando vemos que hoy día ya pocos predican la Sana Doctrina, y el evangelio está siendo remplazado en los púlpitos por predicaciones de la prosperidad y/o  motivacionales que estimulan las emociones, pero que no llevan a los oyentes a un arrepentimiento y a una entrega al Señor, esto me motiva a crear este blog para contribuir con mi granito de arena a la difusión del verdadero evangelio, a contender por la sana doctrina, como nos lo dice la carta del Apóstol Judas.
Para los verdaderos creyentes que leen la palabra y la meditan, es claro que ya estamos en los últimos tiempos y muy pronto sonará la trompeta; el Señor vendrá y muchos no van a estar preparados, así se llamen cristianos.
No podemos seguir entretenidos escuchando fábulas y con un pie en la iglesia y otro en el mundo. No podemos servir a Dios y al mundo al mismo tiempo. O somos hijos del Dios altísimo, o somos hijos de Satanás el príncipe de este mundo.
Es tiempo de abrir los ojos y salir de la ceguera espiritual, y si es que realmente somos cristianos, hagamos un alto en nuestro camino y retomemos la senda antigua de los mandamientos del Señor que nos dice Jeremías 6: 16; la senda de la verdadera vida cristiana.
Les invito a leer un mensaje cada semana esperando que le sea de ayuda espiritual, y así mismo, espero sus comentarios y sugerencias.
Que Dios les bendiga abundantemente.

Volvamos a la senda antigua


 “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma.” Jeremías 6:16 
Hoy, igual que al pueblo de Israel en el Ant. Testamento, el Señor le pide a la iglesia que se detenga y revise la senda por donde está caminando. Dios nos pide a los creyentes que retomemos el camino que nos marcó Jesús, el camino del genuino evangelio.
Paraos en los caminos de las distintas teologías modernas, preguntad por el camino de la cruz, de la redención, del sacrificio y muerte de Cristo, por ti y por mí; preguntad por el camino de la salvación, retomadlo y caminad por él. Dejemos ya la senda de la mediocridad, la senda del evangelio liviano y deformado y caminemos por las sendas de Jehová, porque: “Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.” Sal.25:10. Retomemos la senda antigua de vida de oración y de santidad que dejamos y confesemos el pecado, solo cuando declaramos el pecado al Señor tenemos descanso y paz en nuestra alma, Salmo 32:3-5.
Muchos creyentes después de haber conocido al Señor, han retrocedido, se han desviado del camino que lleva a la vida eterna y han vuelto a las sendas del mundo, del pecado y de la muerte; se encuentran desanimados, y posiblemente también, habrán querido volver, pero sienten  que es inútil intentarlo de nuevo.
A ellos Dios también les está haciendo hoy esta invitación, a detenerse y examinar el camino que llevan y retomar la senda que dejaron con la confianza de que en el corazón de Dios encontrarán un derroche de misericordia y de perdón para con todos aquellos que se arrepienten y le buscan de todo corazón y obedecen su Palabra. ¡Qué hermoso es el amor de nuestro Dios!
El Señor quiere una iglesia fiel, que no fornica con el mundo, una iglesia pura, santa, vestida con vestidura blanca que ha sido lavada con la sangre del Cordero, y perseverante hasta el día de su venida. Ap. 3:5 y 7:14.
Déjate enseñar el camino y la senda en que debes andar, Salmo 32:8. Clama hoy con el salmista: “Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación.” Salmo 25:4-5.
Amado hermano, si esta es tu situación, te invito pues, a renunciar al pecado, a reconciliarte con el Señor nuevamente y a buscarle de todo corazón; haz un alto en el camino de tu vida y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál es el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra (conciencia) alma. Jer.6:16
Que Dios te bendiga.                                  

“EL TESTIMONIO DE VERDAD”

  “EL TESTIMONIO DE VERDAD” 1ª de Juan 1 y 2 Si examinamos cuidadosamente la vida de Jesús, encontramos que mucha gente le seguía y escu...