miércoles, 10 de noviembre de 2021

ALTIBAJOS DE LA VIDA CRISTIANA

 

ALTIBAJOS DE LA VIDA CRISTIANA

No importa cuántos años tengamos de convertidos, lo cierto es que ustedes y yo, si damos un vistazo atrás, muy seguramente descubrimos que en nuestra vida cristiana hemos tenido una serie de altibajos que no podemos negar; todos los hemos tenido en algún momento de nuestro caminar en la fe.

Esa es parte de nuestra condición humana, y como tal, no nos debe de preocupar.

Lo que sí nos tiene qué preocupar cuando descubrimos esto, es, qué hacemos, no podemos quedarnos allí en ese estado de postración espiritual.

1-Lo primero, es no desanimarnos.

2-Debemos recurrir a las herramientas o recursos que el Señor nos da, como son: la Palabra, la oración y la misma presencia del Espíritu Santo en nosotros.

-El Espíritu Santo es nuestro ayudador, nuestro consolador y fortaleza en los momentos de prueba y desánimo.  

Si usamos estos recursos adecuadamente y oportunamente, estemos seguros que no vamos a ser derrotados por el enemigo.

Cristo está con nosotros y la muerte y el pecado ya fueron vencidos por su sacrificio en la cruz del Calvario.

El pecado ya no tiene poder en nosotros.

 3-No rendirnos a los deseos pecaminosos de nuestra carne y no nos conformemos a este sistema mundano.

¡No nos dejemos meter en el molde del mundo!

Fácilmente podemos conformarnos al mundo sin darnos cuenta, si no estamos vigilantes.

Es fácil ser arrastrados a las corrientes profundas de las aguas del mundo si nos descuidamos un poco.

Somos muy propensos a aceptar cosas que en apariencia, no se ven tan malas y nos vamos deslizando y desviando del camino. Una basura y otra, y otra, van formando un gran basurero.

Debemos desconfiar de todo lo que el mundo nos ofrece.

 Rom. 12:2  No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Esta transformación del entendimiento solo se logra por la lectura de la biblia y la comunión estrecha con el Señor.

Cuando algo se transforma, adquiere una apariencia nueva, renovada por cambios sustanciales y deja de ser lo que antes era.

De igual manera, cuando nosotros cambiamos los patrones y conceptos mundanos por las enseñanzas y valores bíblicos, cambiamos nuestra manera de pensar y de actuar.

-Al renovar nuestro entendimiento, vamos a entender la Palabra de Dios y a conocer cuál es “su voluntad agradable y perfecta” para nuestras vidas.

1Pe 1:14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;

Muchos creyentes han hecho su entrega al Señor, pero no tienen una vida de oración y no leen la Palabra, no la escudriñan; y así no pueden conocer el propósito de Dios para sus vidas.

Solo si leemos la Palabra, conoceremos el consejo de Dios para obedecerlo y ser transformados.

 4- Vuelva a la cruz y confiese su pecado.

 Esta es una lucha diaria, contra nuestra propia naturaleza pecaminosa y Dios lo sabe y por eso nos dejó estos  recursos del arrepentimiento y la confesión del pecado.

Esto implica entrar en su presencia, humillarse delante de Dios, confesar el pecado y pedir perdón y él nos perdonará.

¡Qué misericordia tan grande! ¡Cada día sus misericordias son nuevas!

Lam. 3:22-23 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. -Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.”           

Dios mismo prometió perdonarnos y restaurarnos nuevamente a la comunión con Él.

1ª Jn 1.9, “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. El creyente tiene que estar barriendo la casa todos los días.

 -Pero además, no estamos solos en esto: el Espíritu Santo de Dios, el Consolador, está con nosotros en esta batalla contra el pecado.

*Con él hacemos morir las obras de la carne que antes nos dominaban.

Rom 8:13  porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”.

*Tenemos la Palabra de Dios que nos enseña, instruye y nos corrige. 2ª Timoteo 3:15-17.

Y por la cual crecemos para salvación, 1ª Ped.2:2.

 *Tenemos la gracia de Dios que nos enseña a renunciar a la impiedad y deseos mundanos y a vivir con rectitud, Tito 2:11-12 “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente”.

 *Finalmente, Tenemos la promesa de Dios, de que él perfeccionará la buena obra que empezó en nosotros. Filip.1:6.

Como resumen:

1- Todos tenemos altibajos en la vida espiritual.

2- No debemos desanimarnos, y usar los recursos que el Señor nos da para continuar.

3- Mantengamos una comunión estrecha con el Señor y no nos conformemos a este siglo, y a las cosas mundanas.

4- Si caemos, volvamos al Señor, humillémonos delante de él pidiendo perdón, que él es rico en misericordia y nos perdona.

5- Finalmente, mantengamos una vida de estricta obediencia a la Palabra del Señor.

 

Dios les bendiga


“EL TESTIMONIO DE VERDAD”

  “EL TESTIMONIO DE VERDAD” 1ª de Juan 1 y 2 Si examinamos cuidadosamente la vida de Jesús, encontramos que mucha gente le seguía y escu...