martes, 28 de enero de 2014

VOLVAMOS A LA SENDA ANTIGUA-2



“Volvamos a la senda antigua” fue el tema con que inicié este blog el 7 de febrero del 2012.

Mi principal motivación para abrir este blog, fue el dolor y la tristeza que siento de ver cómo la mayoría de las iglesias hoy se desviaron del verdadero evangelio de Jesucristo. 

Se desviaron del camino de la CRUZ que nos enseñó Cristo y se han ido por otros atajos, que precisamente, no conducen al reino de Dios, sino al reino de la vanagloria y de la lujuria de la carne.

Hoy a dos años de estar escribiendo en este blog, sentí en mi corazón la necesidad de reeditar este tema y refrescar la invitación que Dios nos hace a retomar el camino correcto de la santidad que es el único que nos lleva a la salvación eterna.

La lucha con el pueblo de Israel fue siempre su inconstancia para obedecer a Dios. Cada que se desviaban del camino, Dios los llamaba a través de los profetas para que reconsideraran y se volvieran al arrepentimiento, pero muchas veces el pueblo no obedecía y se hacía castigar severamente, a veces con destrucción. Dios no quería hacer eso, pero era la única forma de hacerlos volver y que no perecieran.

En una de estas tantas rebeldías Dios les dice por medio del profeta Jeremías:
“¿A quién hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar; he aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la aman.Jer. 6:10.

Dios que es misericordioso y sabe lo que les viene, les da otra oportunidad y vuelve a enviar al profeta a decirles:
“Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.” Jeremías 6:16.

Hoy también, muchas congregaciones enteras se han rebelado y extraviado del camino del verdadero evangelio; han desafiado a Dios diciéndole, no andaremos por aquí y han cerrado la biblia diciendo que está anticuada, que muchas de las historias de la biblia son fábulas y que la biblia no motiva al amor.
Han escrito su propio evangelio de “motivación sicológica,” de “metafísica” y de “poder mental” que todo lo puedo, de “prosperidad,” y “sólo amor;” nada de asustar a la gente hablándoles del pecado, del juicio de Dios y del infierno. Nada de hablar del arrepentimiento y de la cruz de Cristo. 

Escuchaba hace días a un predicador decir: “La predicación sobre el pecado y el castigo eterno ya no se usa; hay que predicar palabra nueva, palabra fresca, renovada, con terminología moderna que dé esperanza y no miedo y temor; Dios es puro amor, él no está con libreta en mano a ver qué hacemos mal para apuntar y mandarnos al infierno; él es Dios de amor que nos ama tal como somos, no nos pide cambios porque él sabe que somos débiles. El pecado no nos debe preocupar porque ya fue clavado en la cruz,” es decir, puede pecar tranquilo, así lo entendí yo. 
Otros están negando la existencia del infierno, de Satanás y sus ángeles.
Otros están enfocados en las riquezas y prosperidad material diciendo que, si somos hijos del rey, tenemos que vivir como príncipes con todo de lo mejor, en mansiones lujosas, carro último modelo y viajes. Sustentan que si un creyente se enferma o pierde el trabajo y tiene necesidades económicas es por falta de fe o tiene pecados que le abren puertas al diablo y este lo arruina porque está fuera de la bendición y la prosperidad de Dios.

Otras congregaciones son discotecas completas que nada tienen que envidiarle al mundo; abunda el entretenimiento y muchas actividades, pero pasan años y los miembros no han tenido ningún cambio de vida ni crecimiento espiritual y tampoco conocen la Palabra.

Hoy, igual que al pueblo de Israel en el Antiguo Testamento, el Señor le pide a la iglesia que se detenga y revise la senda por donde está caminando.
Hoy Dios le pide a la iglesia que retome el camino que le marcó Jesús, el camino del genuino evangelio.
Hoy Dios está diciendo: Paraos en los caminos de las distintas teologías modernas y preguntad por el camino de la cruz, de la redención, del sacrificio y muerte de Cristo por ti y por mí; “El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Mat 10:24.
También dijo Jesús: Mat 8:20 Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
Este es el evangelio de Jesús, no la falsa doctrina de prosperidad material escandalosa. Si Dios nos da riquezas, gloria a Dios por ellas, seamos agradecidos y buenos administradores; y si no las tenemos, igual, glorifiquemos al Señor estando contentos con lo que él nos da. Él no vino a morir por nosotros para que seamos ricos, sino a salvarnos de la muerte eterna por el pecado.
Por eso, él hoy nos dice: preguntad por el camino verdadero de la salvación, retomadlo y caminad por él.
Dejemos ya la senda de la mediocridad, la senda del evangelio liviano y deformado y caminemos por las sendas de Jehová, que sí son seguras, porque: “Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.” Sal.25:10.

Retomemos la senda antigua de vida de oración y de santidad que dejamos y confesemos el pecado, solo cuando declaramos el pecado al Señor, podemos tener descanso y paz en nuestra alma, Salmo 32:3-5.

Muchos después de haber conocido al Señor y de haberse congregado por algún tiempo, han retrocedido, se han desviado del camino que lleva a la vida eterna y han vuelto a las sendas del mundo, del pecado y de la muerte; se encuentran desanimados, y posiblemente también, algunos habrán querido volver, pero el mal testimonio los desanima más, sintiendo que es inútil intentarlo de nuevo.

Todavía estamos a tiempo de escuchar el llamado de los profetas de la Palabra auténtica, de la sana doctrina y retroceder; no seamos duros de corazón y tercos como el pueblo de Israel que dijeron: NO andaremos.
No seamos obstinados al dulce y amoroso llamado del Señor, como también dice Jer. 6:17: “Puse también sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad al sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos.”
¡Qué duro era el corazón de ese pueblo! Ser capaces de resistir a Dios, podríamos decir, pero hoy es igual. Su pueblo de este tiempo, la iglesia, también ha abandonado la senda trazada por el Señor y anda cada cual por su propio camino.

Amados(as), los que todavía están dentro de estas congregaciones que acabamos de describir, Dios también les está haciendo hoy esta invitación, a detenerse y examinar el camino que llevan y retomar la senda que dejaron con la confianza de que en el corazón de Dios encontrarán un derroche de misericordia y de perdón para con todos aquellos que se arrepienten y le buscan de todo corazón y obedecen su Palabra. ¡Qué hermoso es el amor de nuestro Dios!
No nos resistamos a los últimos llamados que nos está haciendo hoy el Señor todavía.

El Señor quiere una iglesia fiel, que no fornica con el mundo; una iglesia pura, santa, vestida con vestidura blanca que ha sido lavada con la sangre del Cordero, y perseverante hasta el día de su venida. Ap. 3:5 y 7:14. El Señor está a punto de aparecer en las nubes lleno de gloria y majestad, que nos encuentre fieles esperándole.
Déjate enseñar el camino y la senda en que debes andar, Salmo 32:8. Clama hoy con el salmista: “Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación.” Salmo 25:4-5. Amén.

Amado hermano(a), si tu situación es de los que se han apartado, te invito pues, a cobrar ánimo, a renunciar al pecado, a reconciliarte con el Señor nuevamente y a buscarle de todo corazón; haz un alto en tu camino y “mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál es el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Jer.6:16

Les dejo pues, con esta palabra para meditar:
“Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.” Jeremías 6:16.

Jer. 6:17 “Puse también sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad al sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos.” 
¡NO te resistas al Salvador!

Dios les bendiga.

Orfilia Miranda Londoño                              


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