Pablo y Bernabé se encuentran de regreso en Antioquía, después de terminar su primer
viaje misionero, en el que visitaron varias ciudades de la provincia romana de
Galacia: Iconio, Listra y Derbe. (Hechos cap. 13. y 14).
Al
poco tiempo de su regreso, Pablo fue acusado por algunos cristianos
judíos de suavizar el cristianismo, para hacerlo más favorable a los gentiles.
Estos
cristianos judíos no estaban de acuerdo con las enseñanzas de Pablo sobre el
evangelio de la gracia, que decía que los gentiles no tenían que cumplir con muchas
de las leyes religiosas, que los judíos habían obedecido por muchos siglos.
Algunos
de los acusadores lo habían seguido a varias de las ciudades de Galacia, contradiciendo
la enseñanza de Pablo, diciendo a los gentiles que se habían convertido por la
palabra de Pablo, que había que circuncidarse y cumplir todas las leyes judías
y sus costumbres para ser salvos. Según ellos, los gentiles debían convertirse
en judíos para poder ser cristianos. En respuesta a estas acusaciones, es que Pablo
escribe esta carta a las iglesias de Galacia.
En
ella, él explica que por cumplir con las leyes del Antiguo Testamento o las
leyes judías, no se obtiene la salvación. Una persona es salva solo por gracia mediante
la fe en Cristo.
G.1:3-5
El plan completo de Dios fue salvarnos por medio del sacrificio de Jesús, Sacrificio
perfecto y eterno. Por él hemos sido rescatados del poder de este mundo malvado;
un mundo gobernado por Satanás, lleno de maldad, crueldad, tragedia, y tentaciones.
Ser rescatados de este mundo perverso no significa que hemos sido sacados fuera
de él, sino que ya no estamos esclavizados a él.
1:6
“Estoy maravillado de que tan pronto os
hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un
evangelio diferente.”
Pablo
está sorprendido de ver con qué facilidad las personas que ya escucharon el
mensaje del evangelio verdadero que él les enseñó y habían creído, estén ahora prestando
oído a estas doctrinas erróneas de los cristianos judaizantes. 1:7 “No que haya otro, sino que hay algunos que
os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.” Pablo deja claro
que sólo hay un evangelio: el evangelio de Cristo. Si alguien aparece diciendo
otra cosa, es falsa doctrina o “evangelio pervertido” como lo llama él en esta
carta a los Gálatas.
Hoy
más que nunca, debemos tener mucho cuidado con todo lo que oímos. Igual que en
el tiempo de Pablo, hoy existen corrientes de cristianos judaizantes que andan confundiendo
a los creyentes infantiles en la fe, con la misma doctrina de error que
enseñaban los enemigos de Pablo.
Vienen
enseñando que los cristianos tienen que cumplir la ley y las tradiciones de los
judíos para ser salvos. Insisten en que hay que aprender hebreo como requisito para
poder interpretar las escrituras de sus originales. Insisten en volver al sábado
como día de reposo, la prohibición de ciertos alimentos y todo aquello que ya
fue eliminado por Cristo en la cruz del calvario. Asimismo, dicen que la biblia
que usan los cristianos, hoy no es la verdadera, que el libro que se debe
estudiar es la Torá.
El
judaísmo cristiano acepta la obra salvadora de Cristo, pero mantiene viva
toda la ley antigua con sus tradiciones, costumbres y ritos judíos. Para ellos
la Torá o Pentateuco, que son los cinco primeros libros de la biblia, como su
nombre lo indica, es su libro fundamental.
Y
aunque esta corriente de judaizantes se llamen cristianos, es claro que están
confundidos y en error, y están llevando a su mismo error a todos aquellos que acepten sus doctrinas.
1:8
“Mas si aun nosotros, o un ángel del
cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema.”
1:9 Como
antes hemos dicho, también ahora lo
repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea
anatema.” Sea maldito. Esto es lo que significa. Todo aquel que enseñe alguna doctrina contraria al evangelio de Cristo, "es un maldito."
A Pablo no le interesa perder la simpatía de algunos amigos por no estar de acuerdo con
ellos; él no está buscando la aprobación de los hombres sino la de Dios; como
tampoco, no está buscando agradar a los hombres sino a Dios. 1:10 ¿Busco ahora el favor de los hombres, o el
de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.” Es
claro, que si agradamos a los hombres, con seguridad no estamos agradando a
Dios.
1:11-12
“Mas os hago saber, hermanos, que el
evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo
aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.”
El
malestar de Pablo aquí, era que otros estaban distorsionando el evangelio de la
gracia y la sana doctrina que él había enseñando sobre la salvación por la fe
en Cristo, devolviendo a los nuevos creyentes a la esclavitud, al cumplimiento
de costumbres, tradiciones y ritos judíos, especialmente el rito de la
circuncisión, poniendo la ley por encima del sacrificio de Cristo, es decir, que la
fe en Cristo no es suficiente.
Este
mensaje daña y niega la verdad de
las buenas nuevas de que la salvación es un regalo de Dios, y no una recompensa
por las obras.
Es
maravilloso saber que Cristo Jesús permitió que la salvación estuviera
disponible para todas las personas, no sólo para los judíos que al fin y al
cabo, muchos de ellos ni la recibieron porque no creyeron en Jesús.
Tengamos
mucho cuidado con los que nos quieren fascinar con doctrinas que dicen que se
requier algo más que la fe en Cristo para obtener la salvación. Cuando la gente
establece requisitos adicionales para la salvación, están negando el poder de
la muerte y de la sangre de Cristo derramada en la cruz. Gal 3:1-5. "¡Oh gálatas
insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante
cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como
crucificado? V2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu
por las obras de la ley, o por el oír con fe? V.3 ¿Tan necios sois? ¿Habiendo
comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? v4 ¿Tantas cosas
habéis padecido en vano? Si es que realmente fue en vano. V 5 Aquel, pues, que
os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las
obras de la ley, o por el oír con fe?”
Sólo
hay un medio dado por Dios para el perdón de nuestros pecados: ¡Jesucristo!
Ninguna otra persona, método o ritual puede dar vida eterna a una persona.
Algunos
piensan que todas las religiones son igualmente válidas para ir a Dios. En una
sociedad tan liberal la gente tiene derecho a tener sus propias opiniones
religiosas, pero eso no significa ni garantiza que sus ideas sean correctas.
Dios no acepta religiones hechas por el hombre como sustituto de la fe en
Jesucristo. Él ha provisto un solo camino: Jesucristo. Jn.14.6 “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por mí.”
Aquellos
que confundían a los creyentes de Galacia, eran cristianos judíos radicales,
que no querían desprenderse de sus
antiguas creencias, y seguían insistiendo en que las prácticas del Antiguo
Testamento, tales como la circuncisión y las restricciones en la comida, eran requeridas para todos los
creyentes en Cristo. Debido a que estos maestros querían cambiar a los
cristianos gentiles en judíos, es que son llamados judaizantes.
Los
cristianos de Galacia casi todos eran griegos, y no estaban familiarizados con
las leyes y costumbres judías. Los judaizantes pertenecían a una corriente
extremista de cristianos judíos. Ambos grupos creían en Cristo, pero sus
estilos de vida eran totalmente diferentes.
La
verdad distorsionada a veces es mucho más difícil de percibir que la mentira
abierta. Los judaizantes estaban deformando la verdad acerca de Cristo. Decían seguirle,
pero negaban que la obra de Jesús en la cruz fuera suficiente para la
salvación. Por
eso Pablo se vio en la obligación de denunciar enfáticamente la perversión del
evangelio de Cristo por parte de los judaizantes: “Si aun un ángel del cielo viene y predica otro mensaje, debe ser
«anatema.” Si un ángel vino a predicar otro mensaje, no debió haber sido
del cielo, no importa su apariencia. Satanás y sus ángeles también pueden tomar
apariencia de ángeles de luz para engañar. 2 Corintios 11:14-15.
El
mensaje evangélico no debe ser cambiado nunca, porque la verdad del evangelio
nunca cambia.
Muchos
de los que predican el evangelio hoy, están más preocupados por agradar a los
que los escuchan, y menos preocupados, por si lo que predican, se ajusta a la
verdad de la Palabra de Dios y de la salvación en Cristo.
1.10
¿Dedicamos nuestra vida a tratar de agradar a otros? Pablo tuvo que hablar con
firmeza a los cristianos en Galacia porque estaban en serio peligro. No se
disculpa por sus palabras directas, sabía que no estaría sirviendo fielmente a
Cristo si permitía que los cristianos de Galacia siguieran en la senda
equivocada.
No temamos ser aislados o rchazados, incluso por alguos creyentes, por no aceptar añadidos al evangelio del Señor. Pidamos
a Dios que nos dé el valor necesario para buscar siempre su aprobación y no la
de los hombres.
Dios
les bendiga y hasta pronto.
Orfilia
Miranda L.