“Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; -el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.
Más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”. Filip.3:18-20
Todo el capítulo tres de esta carta de Pablo a los filipenses, si meditamos bien en ella, vemos que es una reiterada advertencia a la iglesia a no caer en la falsa doctrina de los falsos maestros.
Estos falsos maestros al parecer, no se manifestaban en contra de Cristo ni su obra salvífica, pero no manifestaban una vida piadosa en santidad a semejanza de Cristo. Eran carnales y amantes de las cosas materiales y mundanas siendo un mal ejemplo para la iglesia.
Hoy en muchas congregaciones tampoco se niega a Cristo, pero no se habla de la cruz ni se predica el evangelio de la cruz. Sólo se habla de las bendicione$, gracias y privilegios que se adquieren al recibir a Cristo; discúlpenme esta fea expresión, pero muchos, a Cristo lo han convertido hoy como en un “amuleto” tergiversando el evangelio y cambiándolo por una doctrina diabólica con la que están engañando a los incautos que sólo buscan una RELIGIÓN.
Si recibes a Cristo él te da prosperidad financiera, todo te sale bien, se te abren puertas por todo lado, la enfermedad no te tocará; tu decides qué recibes y qué no recibes...
Y escuchamos expresiones como estas: “yo no recibo esa enfermedad,” “el cáncer no es para los cristianos” “la pobreza es una maldición…”
Empezar a asistir a una Mega-iglesia liberal y de la prosperidad en donde abunden los milagros y todos los problemas desaparecen de nuestro entorno, es la mejor decisión que usted puede hacer, solo hay que pactar con Dios.
¿Y qué dice la biblia?
Marcos 8:34 “Y (Jesús) llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”
Si recibes a Cristo él te da prosperidad financiera, todo te sale bien, se te abren puertas por todo lado, la enfermedad no te tocará; tu decides qué recibes y qué no recibes...
Y escuchamos expresiones como estas: “yo no recibo esa enfermedad,” “el cáncer no es para los cristianos” “la pobreza es una maldición…”
Empezar a asistir a una Mega-iglesia liberal y de la prosperidad en donde abunden los milagros y todos los problemas desaparecen de nuestro entorno, es la mejor decisión que usted puede hacer, solo hay que pactar con Dios.
¿Y qué dice la biblia?
Marcos 8:34 “Y (Jesús) llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.”
En este texto Jesús nos deja muy bien definido qué es la CRUZ.
En lo espiritual, la cruz es mucho más que dos pedazos de madera clavados entre sí: para el creyente la cruz es una actitud, una disposición del espíritu, es entrega, renuncia, amor, despojarse de sí mismo; es dar su propia vida, es entregarlo todo por amor como lo hizo Jesucristo. Es la renuncia a sí mismo para seguir a Cristo.
En lo temporal, la cruz era el máximo suplicio y tortura a la que se sometía a un hombre que había sido condenado a muerte. La muerte en cruz era la más horrenda a la que se sometía a los peores y más temidos criminales. Era además la manera humillante de exhibir a los criminales para vergüenza ante el pueblo. Así que la cruz representaba muerte dolorosa, tortura lenta y vergüenza.
A Cristo se le despreció tanto, que se le condenó a la peor de las muertes, a la máxima pena que se podía condenar a un hombre.
La cruz después de Cristo, dejó de ser el símbolo de la maldad y la vergüenza, y pasó a ser el símbolo de la “REDENCION.”
Flp.2:8 “… y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
Jesús se negó a sí mismo y se sometió a la voluntad del Padre, se ofreció en sacrificio santo, aceptando el suplicio de la cruz siendo él santo, por amor a nosotros.
Pablo imitando al Maestro, a su Señor, recomienda a los creyentes a hacer lo mismo, no a morir crucificados, pero sí a darle un valor distinto a las cosas: Pablo renunció a todo por Cristo, y va más allá, lo estima como “basura”. Fil. 3:4-8.
Pablo aprendió a vivir de manera sencilla en cualquier circunstancia, ya fuera de escases o de abundancia por causa del evangelio.
Entonces viendo lo anterior, podemos pensar que aquí algo está mal; ¿quién está mal, la biblia, Cristo, Pablo o la iglesia moderna? Claro que la iglesia que le dio cabida a la falsa doctrina y cambió el evangelio.
Así que todo aquel que cambia el sentido y el propósito del evangelio con fines materiales y mercantilistas, es un enemigo de la cruz de Cristo.
Muchos otros, no cambian el evangelio, pero lo callan omitiendo textos; estos igualmente se hacen enemigos de la cruz de Cristo. Se avergüenzan del evangelio.
La cruz es vergüenza para muchos,…locura para otros, y argumentan que los tiempos han cambiado y hay que cambiar también la predicación; muchos dicen también que el infierno no existe y no podemos en tiempos modernos de tanta tecnología, seguir hablando de una fábula. Estos son enemigos de la cruz que engañan a los que les siguen y se engañan a sí mismos.
Cuando escudriñaba la Palabra preparando este mensaje, pude observar que todos miraban y seguían a Jesús de lejos camino al Calvario; y que a pesar de verlo tan herido, golpeado y desfallecido, nadie se ofrecía voluntariamente a ayudarle a llevar la pesada cruz de madera que le habían puesto los soldados romanos sobre sus hombros llagados por los azotes; una cruz que no era de él sino nuestra por nuestros delitos y pecados; Jn.19:17
En lo espiritual, la cruz es mucho más que dos pedazos de madera clavados entre sí: para el creyente la cruz es una actitud, una disposición del espíritu, es entrega, renuncia, amor, despojarse de sí mismo; es dar su propia vida, es entregarlo todo por amor como lo hizo Jesucristo. Es la renuncia a sí mismo para seguir a Cristo.
En lo temporal, la cruz era el máximo suplicio y tortura a la que se sometía a un hombre que había sido condenado a muerte. La muerte en cruz era la más horrenda a la que se sometía a los peores y más temidos criminales. Era además la manera humillante de exhibir a los criminales para vergüenza ante el pueblo. Así que la cruz representaba muerte dolorosa, tortura lenta y vergüenza.
A Cristo se le despreció tanto, que se le condenó a la peor de las muertes, a la máxima pena que se podía condenar a un hombre.
La cruz después de Cristo, dejó de ser el símbolo de la maldad y la vergüenza, y pasó a ser el símbolo de la “REDENCION.”
Flp.2:8 “… y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
Jesús se negó a sí mismo y se sometió a la voluntad del Padre, se ofreció en sacrificio santo, aceptando el suplicio de la cruz siendo él santo, por amor a nosotros.
Pablo imitando al Maestro, a su Señor, recomienda a los creyentes a hacer lo mismo, no a morir crucificados, pero sí a darle un valor distinto a las cosas: Pablo renunció a todo por Cristo, y va más allá, lo estima como “basura”. Fil. 3:4-8.
Pablo aprendió a vivir de manera sencilla en cualquier circunstancia, ya fuera de escases o de abundancia por causa del evangelio.
Entonces viendo lo anterior, podemos pensar que aquí algo está mal; ¿quién está mal, la biblia, Cristo, Pablo o la iglesia moderna? Claro que la iglesia que le dio cabida a la falsa doctrina y cambió el evangelio.
Así que todo aquel que cambia el sentido y el propósito del evangelio con fines materiales y mercantilistas, es un enemigo de la cruz de Cristo.
Muchos otros, no cambian el evangelio, pero lo callan omitiendo textos; estos igualmente se hacen enemigos de la cruz de Cristo. Se avergüenzan del evangelio.
La cruz es vergüenza para muchos,…locura para otros, y argumentan que los tiempos han cambiado y hay que cambiar también la predicación; muchos dicen también que el infierno no existe y no podemos en tiempos modernos de tanta tecnología, seguir hablando de una fábula. Estos son enemigos de la cruz que engañan a los que les siguen y se engañan a sí mismos.
Cuando escudriñaba la Palabra preparando este mensaje, pude observar que todos miraban y seguían a Jesús de lejos camino al Calvario; y que a pesar de verlo tan herido, golpeado y desfallecido, nadie se ofrecía voluntariamente a ayudarle a llevar la pesada cruz de madera que le habían puesto los soldados romanos sobre sus hombros llagados por los azotes; una cruz que no era de él sino nuestra por nuestros delitos y pecados; Jn.19:17
“Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;” Y tuvieron que obligar a uno que pasaba a llevar la cruz: Mat. 27:32 “Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a que llevase la cruz.”
Y Lucas 23:26 dice así: “Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús.” Nadie le preguntó si quería llevarla, y seguramente que si le hubiesen preguntado, también habría dicho que no.
Muchos tampoco hoy quieren aceptar y llevar la cruz; nos negamos a sufrir enfermedad, pobreza, limitaciones, rechazo y desprecio por causa del evangelio.
Los siguientes textos bíblicos ya no son del agrado de muchos creyentes, y en algunas congregaciones, ni se leen o se les da otra interpretación distinta:
1Co 4:11 “Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija.”
1Co 4:12 “Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendeci- mos; padecemos persecución, y la soportamos.”
1Co 4:13 “Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.”
Meditando detenidamente sobre estos versículos, vuelvo a decir: algo no encaja ni coincide con el “evangelio moderno.” Mientras los de la iglesia “moderna” solo predican sobre milagros, prosperidad material, siembra, cosecha y bendición temporal, Jesús dice otra cosa:
“Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” Marcos 8:34.
Todo lo que padeció Jesús por salvarnos, y lo que vivieron y sufrieron hasta el martirio los primeros cristianos por causa del Nombre de Cristo y del evangelio, hoy ya no es para los cristianos modernos. Estos son enemigos de la cruz de Cristo.
1Cor.1:18 “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.”
Como Pablo, gloriémonos solo en la cruz de Cristo, gloriémonos en su salvación.
Gál.6:14 “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.” Amén.
Hasta pronto, Dios les bendiga.
Orfilia Miranda Londoño