lunes, 11 de septiembre de 2017

¿Existe Dios?

Hoy día es la pregunta que muchos se hacen. ¿Existe Dios?
Pero no es lo mismo saber y creer que Dios existe, que haber tenido la experiencia de su amor y Salvación.
Muchos invocan con frecuencia a un dios con minúscula, y es más, le dicen diosito; diosito es el diminutivo de dios, es un dios pequeñito. Ese es el dios que muchos tienen.

Pero el Dios de los creyentes es el DIOS Grande, Infinito, Poderoso, Soberano, Omnisciente, Omnipotente y Eterno. Ha existido desde siempre y no hay otro como Él, ni lo habrá jamás. Isaías 43:10-11 “Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. -Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.”

Este es el único y verdadero Dios, que se reveló a los hombres a través de SU único Hijo Jesucristo; y que se apiadó de nosotros dándonos vida cuando estábamos muertos por nuestros pecados. Ef. 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,”
 Así que no es lo mismo saber que alguien ofreció una gran cena, preparada con todos los detalles, con el mejor vino fermentado y añejo, preparado con la mejor uva escogida de la cosecha, que haber participado de ella.
No es lo mismo saber que hace 2.000 años Cristo vino a la tierra y murió por los hombres; a que Cristo sea una experiencia en mi vida.

Muchos religiosos se detienen a imaginar y a pensar solamente cómo sería el dolor humano que sufrió Cristo por nosotros camino a la cruz, los golpes, los moretones que cubrían todo su cuerpo, las heridas de su piel desgarrada, las espinas clavándose en su cabeza, las patadas y latigazos,…la humillación, el desprecio,…los insultos,… pero pocos nos detenemos a pensar en el dolor de su alma, la angustia y la tristeza que fue donde el más sufrió: Mat.26:37“Y comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera.”…. Mat. 26:38“Mi alma está muy triste hasta la muerte”.
El evangelio narra la tristeza de Jesús, esa profunda tristeza que lo invadió estando en el Huerto; Jesús allí recibía y se cubría como con vestidura, los pecados del mundo de todos los tiempos, los pecados suyos y los míos, para pagar pon ellos.

Había llegado el momento en el que Satanás desataría sobre Jesús toda su furia y el más terrible odio, y no cesaría hasta matarlo. A Satanás solo se le permitió tocar el cuerpo físico de Jesús, por eso se encarnizó con él.
¿Podemos detenernos solo por un momento, a pensar qué haría con nosotros si no fuéramos salvados en Cristo?
En el Huerto de los Olivos empezó el más duro, aterrador y oscuro momento en el que Jesús iba a estar separado y desconectado del Padre y solo iba a experimentar el despiadado y reconcentrado odio de Satanás.
Jesús sabía también que el sacrificio que se disponía a ofrecer, para muchos sería en vano; él sabía que muchos rechazarían la salvación que él les estaba ofreciendo.

Jesús sintió la profunda angustia de ver la multitud de almas perdidas cayendo al infierno.
La multitud de almas que a lo largo del tiempo morirían rechazando su salvación.
La multitud de almas que se perderían, porque no hubo quien les predicara el evangelio, la Palabra salvadora; muchos otros por recibir un evangelio pervertido, sesgado o adulterado, y muchos otros, porque no se les predicó el evangelio completo.

Hoy día hay muchos textos bíblicos que no se tocan en los púlpitos, se calla la verdad del evangelio para no incomodar a nadie. Y olvidamos que es tan grave pervertir el evangelio como callarlo.
Todo eso lo vio Jesús desde el huerto hasta la cruz. Esa fue su más profunda tristeza. Esa fue su mayor causa de angustia.
Amados amigos que leen este mensaje: que nuestra incoherencia en lo que decimos y hacemos como creyentes, no sea piedra de tropezadero a los que no han creído todavía, haciendo que el nombre de Dios sea blasfemado con nuestro mal testimonio.
Prediquemos con el ejemplo y la Palabra. Llevemos la presencia de Dios en nosotros a donde quiera que vamos. ¡DIOS SÍ EXISTE, TE AMA Y TE QUIERE SALVAR!


Orfilia Miranda Londoño
Les agradezco sus comentarios

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