El discernimiento
es un tema del que poco se habla en la iglesia hoy día, a pesar de la
importancia que tiene para la vida del creyente.
El discernimiento
es la capacidad de saber distinguir entre el bien y el mal y saber escoger
entre lo bueno y lo malo, la verdad y el error. El pastor John MacArthur, lo
define así:
“El
discernimiento no es más que la capacidad de decidir entre la verdad y el
error, el bien y el mal. El discernimiento es el proceso de hacer una cuidadosa
distinción en nuestro pensamiento acerca de la verdad. En otras palabras, la
capacidad de pensar con discernimiento es sinónimo de una capacidad de pensar
bíblicamente.”
El
discernimiento es considerado también como una señal de madurez en la fe
cristiana; si los creyentes no desarrollan la capacidad de discernir, están en alto
riesgo de ser sacudidos por las olas y
llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, Efesios 4:14.
Como creyentes, sabemos que estamos
actuando con discernimiento, cuando nuestras acciones están conforme a la
voluntad de Dios, expresada en su palabra. Entendemos que algo está mal
enfocado, cuando se basa en una interpretación personal que no refleja el
pensamiento de Dios ni su voluntad para la vida de los creyentes.
Sabemos que alguien actúa con
discernimiento, cuando lo que dice o hace, no
está en contravía con la palabra de Dios.
En la vida espiritual existe una sola
forma de discernimiento, es dado por el Espíritu Santo, y siempre está en
comunión con el pensamiento de Dios y su sabiduría. Se le llama discernimiento
espiritual y es del que hablamos en este mensaje.
¿Está la iglesia de Cristo preparada
para discernir los tiempos que vive hoy?
A través de la historia, la iglesia
siempre ha sido y será infiltrada por falsos maestros que influencian la
iglesia para que no crea en el evangelio de la gracia. De ahí la imperiosa
necesidad de conocer y escudriñar las escrituras para identificar con claridad
la sana doctrina de la falsa. Por lo tanto, es en la misma Palabra de Dios que
usted y yo aprendemos a discernir, y somos responsables de buscar y adquirir ese
discernimiento, 1ª Ts.5:21-22: “Examinadlo todo; retened lo bueno.
-Absteneos de toda especie de mal.”
Debemos examinar
todo lo que oímos, tomar lo bueno y desechar lo que no es verdad. Eso era lo
que hacían los de Berea: “…recibieron la
palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si
estas cosas eran así.” Hc.17:11.
Si una persona no tiene buenas bases en
los principios de la fe y un criterio bien formado en la sana doctrina, es presa
fácil de las falsas doctrinas y del engaño.
Estamos viviendo un momento crucial en
la iglesia, la del neo-cristianismo o cristianismo
liberal, que es parte de la estrategia de Satanás para destruir la iglesia,
y lo está logrando con un alcance increíble, porque la iglesia se está debilitando en la doctrina bíblica.
Muchos de los profetas modernos, son
como los fariseos del tiempo de Jesús, dicen representar a Dios, pero carecen
de discernimiento para interpretar
las escrituras, o las interpretan maliciosamente para alcanzar sus propósitos mercantilistas
y malvados, y Satanás los está usando para que la gente no conozca la verdad y
se salve. Jn. 8:31-32, “Dijo entonces
Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres.”
Los fariseos le pedían a Jesús señales
más sobrenaturales que les impactara y pudieran ver si realmente él era quien
decía ser. Hoy pasa igual, los cristianos andan buscando emociones fuertes,
milagros y prosperidad para poder creer, menospreciando la Palabra que ella
misma nos dice: No menosprecies las
profecías: es decir, no menospreciemos las profecías escritas, las que
están en la biblia. La profecía de hoy es la proclamación de lo que Dios ya
dijo en la Escritura.
La iglesia de
hoy carece de Discernimiento, por varias razones:
*Por debilitamiento de la claridad doctrinal y convicción espiritual: Hay
debilitamiento de la enseñanza bíblica, porque muchos predicadores han borrado
en esencia la verdad que la biblia
establece en términos categóricos: no la confunde ni da otras opciones, porque
la verdad es absoluta. 1Pedro 2:1-2.
El discernimiento espiritual nos exige
mantener con tenacidad las verdades bíblicas, Tito 2:1.
Sabiendo que la
palabra de Dios, es absoluta y su doctrina no cambia, los valores bíblicos NO
varían con la cultura, la época o la moda. Y para el cristiano la fuente única de
su doctrina es la palabra de Dios, no
lo que el mundo piensa y dictamina. Cuando
se predica sin discernimiento, hay confusión respecto a lo que Dios es, a lo
que Dios dice y a lo que él exige.
Hoy se enseña lo que la gente quiere oír
y no lo que la iglesia necesita: 2Tim.4:3-4,
“Porque vendrá tiempo cuando no
sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán
maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el
oído y se volverán a las fábulas.” Esto es exactamente lo que estamos
viendo, las iglesias están llenas de gente sin conversión, tienen una verdad
distorsionada sobre el plan de Dios, sobre Cristo y la gracia de la salvación.
Jn. 1:17 “Pues la ley por medio de
Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.”
*Es
necesario pensar y discutir los contrastes: Hoy en nuestra sociedad, todo
es relativo: cada persona tiene su propia verdad, incluso en la iglesia hay
cristianos que tienen su propia opinión, respecto a la verdad doctrinal. Pero
la biblia es absoluta porque el que habla es Dios mismo y su Palabra permanece
para siempre. 1Ped.1:25.
Para que los inconversos se sientan
cómodos en la iglesia, se les predica suavemente para que no perciban que lo
que se les está enseñando es una verdad absoluta, 1Pedro2:6.
La
iglesia del nuevo testamento no buscaban aceptación ni estaban preocupados en
crear y aplicar estrategias de mercadeo
para atraer adeptos; ellos estaban preocupados por entregar el mensaje de la verdad,
de la salvación en Cristo.
*La interpretación incorrecta de la escritura: Un cristiano si desea
adquirir discernimiento, debe
conocer los principios básicos de interpretación bíblica. Debe darle la
interpretación correcta en el contexto histórico y el objetivo del mensaje para
hoy. “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que
no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” 2Ti.2:15.
Debe también pedir al Espíritu
Santo, Él obra en nosotros y nos lleva a la verdad como él la escribió. Su
función en la iglesia y en la vida de cada creyente, es santificarnos y
llevarnos siempre a la verdad.
*Falta
de disciplina en la iglesia: ¡La iglesia debe mantener la santidad! Un
cristiano en la iglesia no puede mantenerse en pecado y mucho menos tener
ministerios a cargo. La iglesia debe confrontar el pecado y ayudar a levantar y
a restaurar al pecador de acuerdo a Mat.18:15,17.
Hoy no se disciplina en la
iglesia para no ahuyentar a los fieles. Es una mala práctica de mercadeo bien
peligrosa. La iglesia no puede tolerar el pecado, porque seremos juzgados por
Dios. 1 Ped. 4:17 “Porque es tiempo de
que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros,
¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?”
Una iglesia que no exhorta sobre el pecado y
no disciplina, es una iglesia sin discernimiento: Heb.12:8.
*Inmadurez Espiritual: Los cristianos de
hoy tienen una experiencia de Dios muy pobre, buscan a Dios solo en campañas de
milagros y aceptan cualquier cosa que les ofrecen; en el orden físico, siguen
como niños, sin bases firmes por falta de doctrina que los ayude a crecer, “…para que ya no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,” Ef. 4:14.
La iglesia de
hoy no sabe discernir porque somos tardos para oír. He.5:11.
Estas son las principales causas del por
qué la iglesia de hoy no tiene discernimiento.
Pero un cristiano que discierne, es un
cristiano maduro, firme y con autoridad. Todo lo examina y lo pone a prueba a
la luz de la palabra de Dios. Está alerta y en guardia permanentemente. No cree
en todo lo que le enseñan como verdad. No pone “fe ciega” en nadie y no cae por
ingenuidad.
Para los que conocen la historia, ahí
está la experiencia del Caballo de Troya. Cayeron en manos de los enemigos por
ingenuos, se confiaron y creyeron en las buenas intenciones de ellos. A nadie se le ocurre recibir un regalo de su enemigo
sin desconfiar de él.
Así mismo Satanás se vale de cualquier
estrategia para engañar. Siempre lo ha hecho. Constantino el emperador, ordenó
que el cristianismo fuera la religión oficial y hoy vemos los resultados. Toda
una estrategia maligna para destruir la iglesia. Veamos 2ªCor.11:14.
El Espíritu Santo, por medio de la
palabra de Dios, nos alerta del peligro:
1ªTim.4:1; 2ªPed.2:1. La estrategia del enemigo es introducir falsas doctrinas a la iglesia, algunas
disfrazadas de amor y unificación congregacional; y sólo con muy buena base
bíblica podemos refutar y contradecir a los falsos maestros. Y esto lo vemos a
través del nuevo testamento. En Mateo
23:37 Jesús llama con nombre propio a aquellos que eran falsos entre los
judíos. Y Pablo dice que la palabra mentirosa carcome como gangrena.
2ªTimoteo 2:17.
Una
persona que tiene discernimiento,
no predica lo que se le ocurre de su propio pensamiento, predica la verdad, no
una verdad a medias, sino la verdad absoluta de la palabra de Dios.
Un predicador con discernimiento, al
predicar no dice: “yo pienso,” siempre dice: “la biblia dice” porque es la
Palabra de Dios la que enseña y no la suya.
¿Cómo puedo ser un creyente de
discernimiento?
Pidiendo
a Dios el discernimiento, siendo humilde, pidiendo sabiduría, obedeciendo y
escudriñando permanentemente las sagradas escrituras.
*Pida
el discernimiento: Yo debo desear el discernimiento y este
viene como un deseo genuino de saber lo que la palabra dice. Yo debo desear
entender lo que Dios dice. Lo que él me quiere revelar.
Humildad: En todo
momento debo tener cuidado y reconocer con mucha humildad que puedo ser
engañado. “Engañoso es el corazón más que
todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Jer.17:9.
Buscar la Sabiduría: Debo buscar esa
sabiduría en Dios solamente, “Porque
Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.” Prov.2:1-5.
Un creyente que
anhela el discernimiento debe tener un muy alto concepto acerca de la
Escritura, no la puede menospreciar, o creer a medias. El discernimiento no es
algo que viene por el solo hecho de leer la biblia así porque si. No. Debo orar
y pedirlo a Dios; debo escudriñar la palabra, meditar en ella. No hay otra
forma. Dios está dispuesto a darnos el discernimiento si se lo pedimos. Cuando Dios
le dice a Salomón, pide lo que quieras
que yo te dé, él pide sabiduría y discernimiento:
“Da, pues,
a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para
discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este
pueblo tuyo tan grande?” 1
Reyes 3:9.
Y Stg.1:5, dice: “Y si alguno de vosotros
tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y
sin reproche, y le será dada.”
Es el Espíritu
de Dios el que nos enseña, nos revela y nos guía a la verdad. Jn.14:26 “Mas el
Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
Obediencia:
La
obediencia y fidelidad a Dios, mantiene en nosotros el discernimiento de la
verdad. Un ejemplo de desobediencia con graves consecuencias lo encontramos en 1ª Reyes11:1-4; el hombre con más
sabiduría y discernimiento registrado en la historia, la desobediencia lo llevó
a la más abominable idolatría. Así mismo, el creyente desobediente destruye el
discernimiento que Dios le ha dado y queda a merced de la apostasía y el engaño.
Estudio
de la palabra: El
discernimiento viene como consecuencia del permanente y diligente estudio de la
palabra de Dios, unido a los anteriores elementos.
Dios en todos los tiempos, ha dotado a
la iglesia de maestros firmes, que enseñen y expongan la
palabra con autoridad y claridad como: Lutero, Calvino, Juan Wesley,
Thomas Watson, Jonathan Edwards y muchos otros, que han sido maestros y
centinelas de la palabra.
Recomiendo al lector(a) seguir
escudriñando las citas siguientes para completar este estudio que le ayudará a
comprender la importancia del discernimiento en la vida del cristiano y en la
iglesia:
2
Timoteo 2:15;
Colosenses 2:8,10; 1ªCorintios 2:9,14; Jn.8:32
y Mateo 7:15, “Guardaos de los falsos
profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son
lobos rapaces.”
2
Pedro 3:17
“Así que vosotros, ho amados, sabiéndolo
de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos,
caigáis de vuestra firmeza.”
Y finalizamos con esta recomendación:
Ro.16:17-18 “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los
que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis
aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a
nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y
lisonjas engañan los corazones de los
ingenuos.”
Pero si conocemos la Palabra, entonces podremos discernir “la diferencia entre el
justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.” Mal.3:18.
Espero que este mensaje les sea de
bendición.
Dios les bendiga.
Orfilia Miranda L.