DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Con
todo respeto por muchas mujeres buenas, virtuosas, amantes, fieles, entregadas,
abnegadas y trabajadoras. Buenas madres y al mismo tiempo jefes de hogar…
Con
todo respeto también por los hombres buenos, EDUCADOS, respetuosos, nobles y considerados
con las mujeres, buenos padres y buenos esposos que todavía son muchos, me
consta:…
Permítanme hacer las siguientes
consideraciones a las mujeres:
Antes de luchar y reclamar
igualdades y derechos, la mujer debe de ubicarse y luchar por recuperar su
dignidad de mujer y como persona; pues permitió que la convirtieran en
mercadería barata y que exhiban su cuerpo desnuda como objeto sexual, en
vallas, revistas, periódicos, buses y cuanto anuncio publicitario de venta de
cualquier cosa.
¿Qué tiene que ver una mujer
desnuda con una hamburguesa o una llanta de tractor?
O, ¿qué tiene que ver una mujer
desnuda con un taller de mecánica, un lavadero y engrase de carros, o venta de
aceite?
La MUJER no es un vulgar “sebo”
para atraer hombres a un negocio.
La MUJER no es mercancía, no se
vende, no se compra, no es propiedad de nadie; es libre así como el hombre.
La mujer no se ha dado su valor,
ha cedido a los pedidos y caprichos de los hombres que la han esclavizado y cosificado.
La mujer ha permitido que jueguen
con ella y con sus sentimientos; ha permitido que la usen en la industria de la pornografía.
La mujer ha permitido que le
impongan las modas más grotescas, incómodas, horripilantes y vulgares en aras
de que los hombres las vean bellas, atractivas y codiciables. Mire a ver si un
hombre aguanta unos tacones de 15 cm todo un día en la oficina o sin camisa con
un frío bien horrible… ¡claro que no!
La mujer ha permitido que los
hombres les exijan hacerse cirugías riesgosas, dolorosas y costosas bajo la
amenaza de dejarlas.
La mujer se volvió asesina de sus
propios hijos en sus propias entrañas, para no perder a un hombre que en su
machismo, le dejó a ella sola la responsabilidad de la planificación, cuando el
goce es de los dos.
Muchas mujeres se han vuelto
obesas, hipertensas, o se llenaron de varices por los anticonceptivos, porque el
compañero se rehúsa a usar algún método. Y después la humilla y la desprecia por “gorda y fea, no se
cuida.”
¡Y no le diga que está
embarazada!... “Esa es culpa suya, usted es la que se embaraza.” Y si no la
abandona,… lo que le sigue de allí en adelante, ¡ni lo piense!
La mujer en aras de una igualdad de género mal enfocada, perdió
su estilo, su finura, su feminidad, y cayó en la misma vulgaridad, arrogancia y
despotismo de los hombres que la han MALTRATADO. Sólo vean las fachas, el
vocabulario vulgar y las pancartas que usan en
las manifestaciones públicas feministas.
La mujer, en aras de esa igualdad,
también está dejando a sus hijos abandonados, se volvió infiel, adúltera y
promiscua. Su corazón se ha endurecido y muchas otras, son frías y
calculadoras.
En conclusión: La mujer, buscando
la liberación, ha caído en más esclavitud, sufrimiento y soledad. Más cargas
físicas, morales y sociales han caído sobre ellas.
Lo más LAMENTABLE: al querer
igualar al hombre, ciertos delitos que eran cometidos por los varones, ahora
también son de autoría femenina.
En su afán de igualdad, han caído
también en los vicios de las drogas y alcohol, hurtos, asesinatos y prisión. Y
con ellas mismas, muchas mujeres han arrastrado también a sus niños, involucrándolos
en una situación de la que no son responsables sino sus víctimas; Y peor aún,
muchos han nacido en las cárceles y han estado presos siendo inocentes.
Lo que no hemos entendido bien
hasta ahora, es que la mujer sí ha logrado la igualdad con el hombre pero en
todo lo malo que él ha hecho y que la mujer le ha reprochado y condenado
siempre. ¡¡No, mis amadas mujeres, así
no es!!
Pero si estamos hablando de la
igualdad en educación, en oportunidades, en respeto mutuo al formar sociedades
de convivencia familiar o de negocios etc. en que la mujer no tenga que desnudarse
ni usar el sexo ni la belleza como atractivo para ser tenida en cuenta,
entonces sí estaremos hablando de igualdad de personas.
Cuando yo vea a la mujer
verdaderamente libre de pensamiento, libre en sus actos, en sus convicciones,
levantada en dignidad y respeto por ella misma y los demás; siendo ella misma,
una mujer de carácter firme pero que sabe aceptar las diferencias de cuerpo, alma
y espíritu, así como emocionales que existen entre el hombre y la mujer, entonces
sí creo en esa liberación femenina o LIBERTAD de la mujer.
Resumámoslo así: SOMOS IGUALES
PERO DIFERENTES.
Pero hay un solo problema que talvez a usted no le va a gustar:
Y es que LA PLENA y PERFECTA
RESTAURACIÓN y LIBERTAD de la MUJER SÓLO SE DA EN CRISTO nuestro Salvador y ya
nadie tiene que vernos inferiores y caídas, sino restauradas, levantadas,
dignificadas hondeando bandera de libertad y amor.
Feliz día mujeres de todo el
mundo.
Orfilia Miranda Londoño