Jehová, un Dios tan
santo, soberano, poderoso, que hace todo cuanto quiere, rodeado de gloria y
majestad, creador de todo cuanto existe y que no necesita de nosotros para nada…,
se dignó en su infinita bondad y misericordia, mirarnos y apiadarse de
nosotros.
En su sola
soberanía nos ha escogido desde la
eternidad, para que seamos sus hijos, salvos y redimidos en Cristo Jesús, por
gracia, no por mérito alguno de nosotros.
1ª de Pedro, 2:9: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de
las tinieblas a su luz admirable;”
Y el haber sido escogidos
por Dios, como linaje, real sacerdocio, nación santa, llamados o sacados de las
tinieblas a la luz admirable de Jesucristo, es la más grande manifestación del
amor de Dios hacia nosotros. Y este gesto amoroso de Dios, debe tener también una
tremenda implicación para nosotros, esto es: aparte de dar testimonio y mostrar
frutos de salvación, estamos comprometidos a anunciar las virtudes y maravillas
de aquel que nos llamó de las tinieblas a
su luz admirable, CRISTO.
Y no es para menos;
en todos los relatos bíblicos en que Jesús hacía un milagro en favor de alguien,
lo primero que hacían estas personas era divulgarlo por todas partes llenos de
gozo y agradecimiento.
Y es que no puede
existir mayor gozo que aquel que produce la salvación en Cristo, el encuentro
con nuestro Salvador. Saber que estábamos perdidos, sujetos a la condenación
eterna y recibir una salvación tan grande sin merecerla, de gratis, sin
siquiera haberla pedido, esto es bienaventuranza, pues, él nos da promesa de
que seremos saciados de todo bien espiritual porque con Dios nuestro Padre no
nos falta nada.
Salmo 65:4 “Bienaventurado el que tu
escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios; seremos saciados
del bien de tu casa, de tu santo templo”. ¡Qué glorioso!
Efesios 1:4-5 dice: “…según nos escogió en él
antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante
de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”.
Qué conmovedor es
saber que desde antes de la fundación del mundo, por puro afecto, por puro
amor, ya estábamos en el propósito de Dios para salvación. ¡Qué maravilloso es
Dios!
Aquí me viene a la
memoria un corito que decía:
“Amo a mi Dios, amo
a mi Dios, porque él me ama;
Amo a mi Dios porque él primero me amó;
Le amaba ayer, le
amo hoy, y aún mañana,
Yo le amaré con
todo el corazón…”
Fue uno de los
primeros coritos que aprendí recién me recogió el Señor y recuerdo que lo
cantaba hasta las lágrimas y sin entender todavía mucho la magnitud de su
salvación.
Ef. 1:11“En él asimismo tuvimos herencia, habiendo
sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el
designio de su voluntad”.
Dios decide según el
beneplácito de su voluntad darnos herencia de vida eterna y promesas de toda clase
de bendición espiritual para los escogidos. Y esto sin que nosotros hiciéramos
algo para merecerlo. Es de pura gracia que él quiso apartarnos desde el vientre
materno, para salvación.
Gálatas 1:15 “Pero cuando agradó a Dios, que
me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,…”
Bendito el Señor y
Padre nuestro, que puso sus ojos en nosotros, porque también la Biblia dice que
muchos NO han sido escogidos para esa salvación.
Después de la rebelión
del hombre, Dios promete un salvador para la humanidad caída; pero no todos los
hombres y mujeres aceptarán esa salvación. Dios en su omnisciencia y sabiduría,
sabe quienes persistirán en la maldad y no aceptarán el llamado a la salvación;
por lo tanto, no estarán inscritos en el libro de la vida. Muchos de esos son
los apóstatas, que aparentando ser creyentes, entran a las congregaciones a
pervertir el evangelio enseñando herejías y han metido la impiedad en la
iglesia para convertir la gracia de Dios en libertinaje, engañando así a muchos
para que no sean salvos; y estos falsos profetas niegan a Dios y a Jesucristo.
Apocalipsis 17:8 “La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir
a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están
escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida,…”
Jud 1:4 “Porque algunos hombres han entrado
encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta
condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro
Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.”
No queramos estar
en ese grupo. Si estamos aquí entre los escogidos no es porque seamos especiales
o mejores que los demás, es por pura gracia, porque así lo quiso el Padre quien
nos llamó a la luz admirable en Jesucristo su Hijo. En consecuencia, caminemos
y comportémonos como dignos hijos de Dios escogidos; es una exigencia de la
Palabra.
Col 3:12 “Vestíos, pues, como
escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad,
de humildad, de mansedumbre, de paciencia;”
Y como ya lo dijimos, estamos viviendo tiempos muy
peligrosos de mucha confusión de doctrinas; estamos en el tiempo de la
apostasía de que habla la biblia, cuando se levantarán de entre las mismas iglesias
falsos profetas y engañarán a muchos. El Señor nos dice que nos guardemos de
ellos.
Mat. 7:15: "Guardaos de los falsos profetas,
que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos
rapaces.”
1Ti 4:1 “Pero el Espíritu dice
claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando
a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;”
Ya está sucediendo, lo vemos en todas partes, congregaciones divididas
por la falsa doctrina; costumbres mundanas y relajadas metidas en la iglesia
como el adulterio, la música erótica, bailes, iglesias decoradas como discotecas
o clubes y entretenimiento, y la Palabra de Dios ya no se predica o se predica
a medias. Tengamos cuidado; hay que salir de allí.
Pero todas estas cosas no nos deben desanimar, sino más bien motivarnos
porque es un signo de que el Señor está pronto a venir por su iglesia, por sus
escogidos.
Dediquemos más tiempo a la oración, a la vida de piedad y estudio de la
Palabra de Dios para que no seamos engañados; acerquémonos más en comunión con el
Señor.
Amado lector: si
usted está en una congregación con todas las características que señalamos anteriormente,
mi recomendación es, que cuanto antes salga de ella; seguramente lo criticarán
diciéndole que es de los que “andan buscando una iglesia perfecta;” no se deje
intimidar. No participe de las obras infructuosas de las tinieblas. USTED ES UN
ESCOGIDO DE DIOS PARA SALVACIÓN ETERNA.
Pero si usted no ha
recibido a Cristo como su Salvador todavía, y en este momento está leyendo este
mensaje, es porque usted también está siendo llamado por Dios a la salvación
por gracia.
No desatienda su
llamado. Dios llama varias veces y de muchas maneras a cada uno. Pero vendrá un
momento en el que Dios no llamará más y entonces será el juicio.
Isa 55:6 “Buscad a Jehová mientras
puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.”
V.7 “Deje el impío su camino, y el
hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia,
y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.”
Dios les bendiga.
Orfilia Miranda Londoño