Desde
la creación del hombre y hasta el nacimiento del Salvador, fue muy largo el
tiempo de espera. El pueblo escogido de Dios tuvo que esperar muchos años para
la redención. Y a pesar de que la salvación era tan anhelada, “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.” Jn.
1:12. No le creyeron. No era el personaje que ellos esperaban y le rechazaron.
En
medio del rechazo y la hostilidad, Cristo cumple su misión salvadora y vuelve
al Padre, no sin antes anunciar su segunda venida.
La
segunda venida de Cristo ya no será como niño indefenso, nacido en
circunstancias tan difíciles, en un hogar de personas pobres y humildes, yendo
de un lugar para otro, escondiéndose porque desde que nació lo querían matar.
No,
en su segunda venida él vendrá como el Rey del universo, lleno de poder y coronado
de gloria y majestad; el tiempo de gracia y misericordia habrá terminado dando
lugar al eterno y terrible juicio de Dios contra todos aquellos que no le
recibieron.
Él
aparecerá en las nubes, resplandeciente y su sola presencia llenará de terror a
todos aquellos que hicieron caso omiso de su evangelio de salvación. Serán
acusados por sus propias conciencias y
lamentarán no haber creído en él. Mat. 24:30 “Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces
lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo
sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”
¿Usted como creyente, de
verdad está esperando la venida del Señor?
En
cualquier momento el Señor aparecerá en las nubes; en el correr del tiempo,
muchas señales ya se cumplieron y otras se están cumpliendo. No podemos hablar
de fechas, la biblia no lo dice, pero su venida es inminente, lo advierte Jesús
mismo.
¿Y cómo va a encontrar Cristo
su iglesia?...
¿Ataviada
con vestido blanco de santidad y con su lámpara encendida y llena de aceite
velando, esperando para recibir al Esposo? Mat. 25:1-13. ¿O desprevenida,
inmersa en la mundanalidad y otros muchos asuntos que no aprovechan al espíritu?
En
el mundo temporal hay muchas cosas que debemos hacer mientras estemos aquí,
pero la Palabra de Dios nos recomienda tener prioridades y poner la mirada
primero en las cosas de arriba, en las del cielo, en las eternas y después en las
temporales. Col. 3:2 “Poned la mira en
las cosas de arriba, no en las de la tierra.”
¿En dónde nos encontrará
el Señor y haciendo qué?
Lamentablemente,
y lo digo con mucho dolor y tristeza, que a muchas congregaciones el Señor las
va a encontrar entretenidas bailando en el altar al son del estridor de la
música mundana del rock, la salsa, merengue, reguetón etc. la misma música con la
que se le sirve también a satanás en las discotecas y en los conciertos de satanistas.
Esta música con sus movimientos sensuales estimula la lujuria de la carne y
desborda una euforia que está muy lejos de venir del Espíritu Santo.
Es un
insulto al Espíritu Santo decir que eso lo inspira él.
Vendrá
el Señor y va a encontrar a los niños de esas congregaciones con las caritas pintadas
como en carnaval celebrando a la manera mundana.
La
línea que separa a estas congregaciones del mundo es tan delgada, que se pierde
y el mundo se les introduce en la iglesia, en vez de ser la iglesia la que sale
a iluminar al mundo con la luz del evangelio de Cristo.
La
iglesia tiene que separarse de lo mundano y buscar la santidad si quiere agradar a Dios,
sencillamente porque si agradamos al mundo, no agradamos a Dios: el que ama al
mundo se hace enemigo de Dios…porque el mundo aborrece a Dios…los cristianos
carnales amantes del mundo, son llamados adúlteros, infieles a Dios.
!!Oh almas adúlteras!! ¿No sabéis que la
amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser
amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios!! Stg.4:4
Jn.15:18
“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí
me ha aborrecido antes que a vosotros.”
Jn.15:19
“Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo
suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el
mundo os aborrece.”
El
verdadero creyente que espera la venida del Señor permanece fiel en fe y
esperanza. Puede ser que quede o parta antes, pero aguarda y espera velando
como siervo fiel.
Muchos
necios han especulado y han dado fechas para el fin, y por lo mismo, no se han
cumplido por ser especulación.
Otros
están tan entretenidos en el goce y el disfrute de todo lo material y temporal,
que ya no están interesados en su venida.
Pero
la verdad bíblica es: El SEÑOR VIENE y está muy cerca. Él no está retardando su
venida, está dándole la oportunidad a más almas para que se arrepientan y sean
salvas; por eso nos tenemos que mover a predicar el verdadero evangelio. 2ª
Ped.3:9.
No
es tiempo de “entretenimiento” de perder el tiempo con la falsa doctrina de la prosperidad, de la súper fe, de la psicología,
del poder mental, de la metafísica y de manipulación al pueblo de Dios. Las
congregaciones necesitan oír la verdad del evangelio de Cristo para salvarse.
Se
necesitan hombres y mujeres decididos profetas como Elías, Ezequiel, Jeremías y
Juan Bautista, que anuncien sin temor el evangelio.
2ª
Ped. 3:10 “Pero el día del Señor vendrá
como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y
los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay
serán quemadas.”
Amados
lectores: no sé cuáles sean sus circunstancias, pero no se desanime, todavía es
tiempo de “gracia,” de misericordia y de perdón.
Todavía
es tiempo de retomar el camino correcto si fuera el caso, de buscar una
congregación de doctrina bíblica donde se predique el verdadero evangelio de
Cristo, no el “otro”.
Los
invito a volver a las Escrituras y a caminar en obediencia. Amén.
Dios
les bendiga, y hasta pronto.
Orfilia Miranda Londoño
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