viernes, 30 de agosto de 2013

MARÍA LA MADRE DE JESÚS ¿Es María corredentora?



Desde el comienzo de la humanidad en el Edén cuando el hombre pecó, el mismo día de la maldición, Dios anunció allí también la salvación y la destrucción de Satanás, pero no dijo en qué tiempo, ni cómo vendría. Solo dijo que habría guerra entre la simiente de la mujer y la simiente de Satanás, dando a entender que la salvación vendría por la mujer. Gen. 3:15 “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”

En ese mismo instante, Dios está dando a entender que ya tiene un plan para salvar al hombre, pero no será manifestado inmediatamente, ni de una vez, sino en el tiempo de Dios y será todo un proceso largo.Para llevar a cabo este plan de salvación, Dios llama a diferentes personas con ciertas características, en distinto tiempo y diferentes circunstancias, dándoles una misión específica para la realización de este plan de salvación.
La humanidad ya caída y debilitada, siempre con tendencia al mal, sigue su carrera desenfrenada a toda clase de crímenes y pecados y en la medida que aumentan los hombres, así aumenta también el pecado. Gen 6:5. Es cuando Dios decide destruir a los hombres con el diluvio. Gen 6:8, “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.” Entonces Dios llama a Noé y le encomienda construir el arca y salvar un remanente de seres humanos y de animales. Gén. 6:1-18 y Gén. 7: 1-5.
Abraham, fue llamado después y escogido para ser el padre de una gran nación; siendo su esposa estéril Dios le promete que será padre de una descendencia grande y tan numerosa como las estrellas del cielo. Gén.15:5.
Jacob, nieto de Abraham, quien más adelante sería llamado Israel, padre de las doce tribus de Israel el pueblo escogido de Dios que bajó a Egipto.
Moisés, salvado de la muerte para llevar a cabo la misión de sacar al pueblo de Dios de la esclavitud en Egipto y conducirlo a través del desierto hasta la tierra prometida de Canaán. Y así, Dios sigue llamando y usando a muchos otros como los profetas, sacerdotes y reyes….
Han pasado ya muchos siglos, y entramos ya en el tiempo del Nuevo Testamento, y el tiempo señalado para la redención se ha cumplido.
Dios pone la mirada esta vez en un matrimonio especial, el sacerdote Zacarías y su esposa Elisabet, Lc.1:6-7 “Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada.” Aún así, siendo viejos ya para tener hijos, Dios los llama y son usados como padres de un hijo que a su vez, vendrá también con su propia misión bien importante que cumplir.
Juan el Bautista. Luc.1:11-17. Juan Bautista venía con la misión de preparar el ambiente y el camino a Jesús; anunciar la llegada del reino de Dios al mundo. A Juan le tocaba hacer la presentación al mundo del Salvador, CRISTO.
Finalmente, he aquí otro personaje, una mujer, con la misión más importante en toda la historia de la salvación: la virgen MARÍA, la bendita entre las mujeres. Por medio y a través de ella, nos es dado el Salvador Jesucristo: Lc.1:26 “Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, Lc. 1:27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. El estado virginal de María en el momento de la concepción del Hijo de Dios no puede cuestionarse, es muy evidente en el v. 27. Por supuesto que María era una jovencita como todas, que soñaba también con un matrimonio y en ese momento ya estaba desposada con José, pero todavía no estaban viviendo juntos.
Lc. 1:28 “Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.” María fue la favorecida escogida por Dios para ser la madre de Jesús y el Ángel le hace reconocimiento a esta distinción cuando le dice: “¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.” Y el Ángel no estaba exagerando, pues a nadie más en el mundo Dios le ha dado ni le dio jamás tan alta misión. María vivía en santidad, temerosa de Dios, en pureza, humildad y sencillez; Dios se agradó de ella para que en su vientre fuera encarnado su Hijo, el Salvador de los hombres. Lc. 1:29 "Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta." Lc. 1:30, "Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios." El Ángel le infunde confianza.
Lc. 1:31, "Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS."

María que es todavía una adolescente, en su inocencia y sencillez, no entiende y pide instrucciones al Ángel: Lc. 1:34, “¿Cómo será esto? pues no conozco varón.” Aquí la virginidad de María es confirmada por ella misma. El Ángel le explica: Lc. 1:35, “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” Es decir, que la concepción de Cristo no fue por varón, fue sobrenatural.
Con esta explicación del Ángel, María se dispone a aceptar el designio de Dios sin ningún otro cuestionamiento y se abandona a la voluntad de Dios: Lc. 1:38, “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.” María entonces se convierte en la madre de Jesús Hombre, pero no en la madre de Dios, como muchos dicen, creen y enseñan. Decir que María es madre de Dios, estaríamos diciendo que tenemos un dios mortal, finito, engendrado y limitado en su poder. Decir que María es la madre de Dios, estaríamos diciendo una herejía. María fue sólo el templo humano del Espíritu Santo en donde el Hijo de Dios se encarnó, esto es, tomó cuerpo humano, se hizo hombre semejante en todo a nosotros menos en el pecado.
El primer anuncio de un Salvador en Gén.3:15: “Pondré enemistad entre ti y la MUJER, entre tu simiente y la SIMIENTE SUYA; ÉSTA TE HERIRÁ EN LA CABEZA, y tú le herirás el calcañar.” Se refiere a CRISTO como Simiente de mujer, que no tuvo un padre humano.  
Jesús entonces, no fue engendrado por voluntad de varón, no fue engendrado por fecundación humana, es decir, no hubo espermatozoide ni acto sexual. María era una mujer virgen desposada con José pero todavía no vivían juntos, su concepción fue obra del Espíritu Santo como lo dice la Palabra. Por eso cuando José se fue a vivir con ella y la encontró embarazada, pensaba dejarla en secreto sin decir a nadie.
Mat 1:18-20, "El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es." Y dice la Palabra que José la recibió pero no tuvo intimidad con ella hasta que nació su hijo y le puso por nombre Jesús. “Conocer” en la biblia significa tener intimidad de pareja.
Mat. 1:25 “Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.” 

Jesús es el Verbo de Dios encarnado, humanado, que bajó del cielo y se hizo en todo como uno de nosotros, menos en el pecado. Por eso en Él hay dos naturalezas, una divina y otra humana.
María es la madre de la naturaleza humana de Jesús, más no de su Deidad, lo que hace que no sea la madre de Dios.
María al ser escogida para esta misión tan importante, la pone en condición especial entre las demás mujeres pero no la hace divina ni parte de Dios o Diosa. Ella misma en su humildad lo reconoce y lo proclama cuando dice:
Lc.1:46, "Engrandece mi alma al Señor;" Lc. 1:47, "Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador." Aquí ella rinde tributo de alabanza al Señor y al mismo tiempo está reconociendo que Ese que ella misma lleva en sus entrañas es también SU Salvador. Es cierto que ella vivía en santidad y obediencia a Dios, y por eso halló gracia delante de Dios, pero también era heredera de la misma naturaleza caída de toda la humanidad y necesitaba salvación; ella misma lo dice: “mi espíritu se regocija en Dios mí Salvador.” Hay que leer las sagradas escrituras con entendimiento y en el Espíritu Santo, para entenderlas y no andar creyendo en falsas interpretaciones que nos pueden llevar a herejía.

María sigue reconociendo su indignidad para recibir tal distinción en medio de tantas otras mujeres, y entiende que es por puro favor de Dios solamente: Lc. 1:48 “Porque ha mirado la bajeza de su sierva;” pero no por ningún mérito que ella hubiera hecho para ganarse tal favor. Y profetiza que esta distinción hará que la llamen dichosa, bienaventurada, por todas las generaciones. “Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.” Lc. 1:49 "Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre," Lc. 1:50  Y su misericordia es de generación en generación  A los que le temen.” Lejos de sentirse orgullosa y arrogante por la distinción, esto la hace más humilde. En eso radica la grandeza de María, en su humildad, en su vida de santidad y de fe obediente a Dios.
Al contrario de Zacarías, ella siendo casi una niña confió plenamente en el mensaje del Ángel y aceptó sin dudar; mientras que Zacarías siendo sacerdote puso en duda el mensaje del Ángel y este en castigo lo dejó mudo hasta el nacimiento de su hijo. No era lo mismo pedir instrucciones y preguntar, ¿qué tengo qué hacer? a decir: “¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.” Lc. 1:18. Sería como decir: ¿y cómo se que es cierto lo que usted me dice? Esto es imposible que ocurra, yo estoy viejo y mi esposa también y es estéril.
María fue una mujer excepcional en el buen sentido de la palabra, que gozó del favor de Dios, y a quien las mujeres debieran imitar, pero no es para venerarla y mucho menos para adorarla. La adoración y veneración corresponden solo a Dios, al Altísimo tres veces Santo, nuestro Padre Creador.
 María fue virgen en la concepción de Jesús y hasta su nacimiento, Lc.1:26-27. Después del nacimiento de Jesús la biblia hace varias referencias a los hermanos y hermanas de Jesús; lo que indica que María tuvo varios hijos con José después que nació Jesús y vivieron como una familia normal de su tiempo: Jn. 2:12 "Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos;" Gal.1:19 “pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor”. Mat. 13:55; Mat. 12:46; Lc. 8:19; Hc. 1:14.
No queda ninguna duda pues, de que María sí tuvo hijos de José su esposo y fueron una familia corriente. Mat 13:55, ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? Algunos niegan esto en el afán de atribuirle divinidad a María para idolatrarla.
La biblia no dice que María fuera llevada a los cielos en cuerpo y alma por los ángeles. Ni siquiera habla de su muerte cuándo y cómo fue, como tampoco habla de la muerte de José su esposo.
La última vez que la biblia hace referencia a María, es que estaba en el aposento alto el día de Pentecostés. Hc. 1:14 “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.”

ERRORES QUE SE ENSEÑAN SOBRE MARÍA COMO DOGMAS DE FE, QUE NO SON BÍBLICOS:
*Que María fue concebida sin pecado original. Esto es imposible porque toda la raza humana estaba caída, por eso Jesús venía a redimirnos del pecado, y la biblia dice que todos somos pecadores, Rom. 3:23. Pero sin embargo, esto no impedía que Dios en su soberanía escogiera a personas rectas, humildes, temerosas de Dios y obedientes, para encargarles alguna misión. 
Para que María fuera concebida sin pecado, tendría que ser ya una intervención directa de Dios, y lo diría la biblia; esto solo se dio con Jesucristo su Hijo porque desde antes ya era, solo vino a tomar naturaleza humana. María es una creatura como todos los demás humanos y la biblia dice que ella es del linaje de David.
*Que María permaneció siempre virgen: virgen antes del parto; virgen en el parto y virgen después del parto, porque el nacimiento de Jesús fue de la manera que un rayo del sol pasa por un cristal sin romperlo ni mancharlo. Esto es erróneo, y ya vimos ampliamente, que ella tuvo otros hijos después de Jesús. Todo esto es un invento más para rodearla de misticismo.
*Que María es la madre de Dios. Más atrás ya vimos ampliamente, por qué no lo es. Dios ha existido desde siempre, es eterno, increado, no tiene principio ni fin; todo lo que existe ha sido creado por él en su soberanía. María es la madre de Jesús hombre, no de la Deidad.
*Que María fue llevada al cielo en cuerpo y alma por los Ángeles. La biblia NO dice esto, como sí dice de Elías 2Cr.2:11; y de Enoc, Gén.5:24.
*Que María intercede a Dios por los hombres. La biblia es clara cuando dice: 1Ti 2:5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” Sólo hay uno, Jesucristo.

CONCLUSIÓN:

María al igual que Noé, Abraham, Moisés, y tantos hombres y mujeres que en algún momento Dios llamó para diferentes tareas en la historia de la salvación, también necesitaban y aguardaban la salvación en Cristo.
Pero indudablemente que María es una mujer titular y privilegiada en esa lista, como ella misma lo admite en su canto: Lc.1:46-50
“Entonces María dijo:

 Engrandece mi alma al Señor;

 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

 Porque ha mirado la bajeza de su sierva;..." Pero esto no nos dice que debemos adorarla. 
Sólo a Dios el Padre y a su Hijo JESUCRISTO el SEÑOR, en el Espíritu Santo, sea toda honra y toda gloria por los siglos Amén.
Bendiciones.
Orfilia Miranda L.

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