Desde
el comienzo de la humanidad en el Edén cuando el hombre pecó, el mismo día de
la maldición, Dios anunció allí también la salvación y la destrucción de
Satanás, pero no dijo en qué tiempo, ni cómo vendría. Solo dijo que habría
guerra entre la simiente de la mujer y la simiente de Satanás, dando a entender
que la salvación vendría por la mujer. Gen. 3:15 “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”
En
ese mismo instante, Dios está dando a entender que ya tiene un plan para salvar
al hombre, pero no será manifestado inmediatamente, ni de una vez, sino en el
tiempo de Dios y será todo un proceso largo.Para
llevar a cabo este plan de salvación, Dios llama a diferentes personas con
ciertas características, en distinto tiempo y diferentes circunstancias,
dándoles una misión específica para la realización de este plan de salvación.
La
humanidad ya caída y debilitada, siempre con tendencia al mal, sigue su carrera
desenfrenada a toda clase de crímenes y pecados y en la medida que aumentan los
hombres, así aumenta también el pecado. Gen 6:5. Es cuando Dios decide destruir
a los hombres con el diluvio. Gen 6:8, “Pero
Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.” Entonces Dios llama a Noé y le encomienda construir el arca y
salvar un remanente de seres humanos y de animales. Gén. 6:1-18 y Gén. 7: 1-5.
Abraham, fue llamado después y escogido
para ser el padre de una gran nación; siendo su esposa estéril Dios le promete
que será padre de una descendencia grande y tan numerosa como las estrellas del
cielo. Gén.15:5.
Jacob,
nieto
de Abraham, quien más adelante sería llamado Israel, padre de las doce tribus
de Israel el pueblo escogido de Dios que bajó a Egipto.
Moisés, salvado de la
muerte para llevar a cabo la misión de sacar al pueblo de Dios de la esclavitud
en Egipto y conducirlo a través del desierto hasta la tierra prometida de Canaán.
Y así, Dios sigue llamando y usando a muchos otros como los profetas,
sacerdotes y reyes….
Han
pasado ya muchos siglos, y entramos ya en el tiempo del Nuevo Testamento, y el tiempo
señalado para la redención se ha cumplido.
Dios
pone la mirada esta vez en un matrimonio especial, el sacerdote Zacarías y su esposa
Elisabet, Lc.1:6-7 “Ambos eran justos
delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas
del Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de
edad avanzada.” Aún así, siendo viejos ya para tener hijos, Dios los llama
y son usados como padres de un hijo que a su vez, vendrá también con su propia misión
bien importante que cumplir.
Juan el Bautista. Luc.1:11-17. Juan
Bautista venía con la misión de preparar el ambiente y el camino a Jesús;
anunciar la llegada del reino de Dios al mundo. A Juan le tocaba hacer la
presentación al mundo del Salvador, CRISTO.
Finalmente, he
aquí otro personaje, una mujer, con la misión más importante en toda la historia
de la salvación: la virgen MARÍA, la bendita entre las mujeres. Por medio y a
través de ella, nos es dado el Salvador Jesucristo: Lc.1:26 “Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado
por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, Lc. 1:27 a una
virgen desposada con un varón que
se llamaba José, de la casa de David; y el
nombre de la virgen era María.” El
estado virginal de María en el momento de la concepción del Hijo de Dios no
puede cuestionarse, es muy evidente en el v. 27. Por supuesto que María era una
jovencita como todas, que soñaba también con un matrimonio y en ese momento ya
estaba desposada con José, pero todavía no estaban viviendo juntos.
Lc. 1:28 “Y entrando el ángel en donde ella estaba,
dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las
mujeres.” María fue la favorecida escogida por Dios para ser la madre de
Jesús y el Ángel le hace reconocimiento a esta distinción cuando le dice: “¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las
mujeres.” Y el Ángel no estaba exagerando, pues a nadie más en el mundo Dios
le ha dado ni le dio jamás tan alta misión. María vivía en santidad, temerosa
de Dios, en pureza, humildad y sencillez; Dios se agradó de ella para que en su
vientre fuera encarnado su Hijo, el Salvador de los hombres. Lc. 1:29 "Mas
ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería
esta." Lc. 1:30, "Entonces el
ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios." El Ángel le infunde confianza.
Lc.
1:31, "Y ahora, concebirás en tu vientre, y
darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS."
María
que es todavía una adolescente, en su inocencia y sencillez, no entiende y pide
instrucciones al Ángel: Lc.
1:34, “¿Cómo será esto? pues no conozco varón.” Aquí la
virginidad de María es confirmada por ella misma. El Ángel le explica: Lc. 1:35, “El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;
por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” Es
decir, que la concepción de Cristo no fue por varón, fue sobrenatural.
Con
esta explicación del Ángel, María se dispone a aceptar el designio de Dios sin
ningún otro cuestionamiento y se abandona a la voluntad de Dios: Lc. 1:38, “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo
conforme a tu palabra.” María entonces se convierte en la madre de Jesús
Hombre, pero no en la madre de Dios, como muchos dicen, creen y enseñan. Decir
que María es madre de Dios, estaríamos diciendo que tenemos un dios mortal,
finito, engendrado y limitado en su poder. Decir que María es la madre de Dios,
estaríamos diciendo una herejía. María fue sólo el templo humano del Espíritu Santo en
donde el Hijo de Dios se encarnó, esto es, tomó cuerpo humano, se hizo hombre
semejante en todo a nosotros menos en el pecado.
El
primer anuncio de un Salvador en Gén.3:15: “Pondré
enemistad entre ti y la MUJER, entre tu simiente y la SIMIENTE SUYA; ÉSTA TE
HERIRÁ EN LA CABEZA, y tú le herirás el calcañar.” Se refiere a CRISTO como
Simiente de mujer, que no tuvo un padre humano.
Jesús
entonces, no fue engendrado por voluntad de varón, no fue engendrado por
fecundación humana, es decir, no hubo espermatozoide ni acto sexual. María era
una mujer virgen desposada con José pero todavía no vivían juntos, su
concepción fue obra del Espíritu Santo como lo dice la Palabra. Por eso cuando
José se fue a vivir con ella y la encontró embarazada, pensaba dejarla en secreto
sin decir a nadie.
Mat 1:18-20, "El nacimiento de Jesucristo fue así:
Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que
había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería
infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel
del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas
recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu
Santo es." Y dice la Palabra que José la recibió pero no tuvo intimidad con
ella hasta que nació su hijo y le puso por nombre Jesús. “Conocer” en la biblia
significa tener intimidad de pareja.
Mat. 1:25 “Pero no la
conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.”
Jesús
es el Verbo de Dios encarnado, humanado, que bajó del cielo y se hizo en todo como uno
de nosotros, menos en el pecado. Por eso en Él hay dos naturalezas, una divina
y otra humana.
María
es la madre de la naturaleza humana de Jesús, más no de su Deidad, lo que hace
que no sea la madre de Dios.
María
al ser escogida para esta misión tan importante, la pone en condición especial entre las
demás mujeres pero no la hace divina ni parte de Dios o Diosa. Ella misma en su
humildad lo reconoce y lo proclama cuando dice:
Lc.1:46,
"Engrandece mi alma al Señor;" Lc. 1:47, "Y mi espíritu se regocija en
Dios mi Salvador." Aquí ella rinde tributo de alabanza al Señor y al mismo
tiempo está reconociendo que Ese que ella misma lleva en sus entrañas es también SU Salvador. Es cierto que
ella vivía en santidad y obediencia a Dios, y por eso halló gracia delante de
Dios, pero también era heredera de la misma naturaleza caída de toda la humanidad
y necesitaba salvación; ella misma lo dice: “mi
espíritu se regocija en Dios mí Salvador.”
Hay que leer las sagradas escrituras con entendimiento y en el Espíritu Santo,
para entenderlas y no andar creyendo en falsas interpretaciones que nos pueden llevar a herejía.
María
sigue reconociendo su indignidad para recibir tal distinción en medio de tantas
otras mujeres, y entiende que es por puro favor de Dios solamente: Lc. 1:48 “Porque
ha mirado la bajeza de su sierva;”
pero no por ningún mérito que ella hubiera hecho para ganarse tal favor. Y
profetiza que esta distinción hará que la llamen dichosa, bienaventurada, por
todas las generaciones. “Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada
todas las generaciones.” Lc. 1:49 "Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre,"
Lc. 1:50 Y su misericordia es de
generación en generación A los que le temen.”
Lejos de sentirse orgullosa y arrogante por la distinción, esto la hace más
humilde. En eso radica la grandeza de María, en su humildad, en su vida de santidad
y de fe obediente a Dios.
Al
contrario de Zacarías, ella siendo casi una niña confió plenamente en el
mensaje del Ángel y aceptó sin dudar; mientras que Zacarías siendo sacerdote puso
en duda el mensaje del Ángel y este en castigo lo dejó mudo hasta el nacimiento
de su hijo. No era lo mismo pedir instrucciones y preguntar, ¿qué tengo qué
hacer? a decir: “¿En qué conoceré esto?
Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.” Lc. 1:18. Sería como decir: ¿y cómo se que es
cierto lo que usted me dice? Esto es imposible que ocurra, yo estoy viejo y mi
esposa también y es estéril.
María
fue una mujer excepcional en el buen sentido de la palabra, que gozó del favor
de Dios, y a quien las mujeres debieran imitar, pero no es para venerarla y
mucho menos para adorarla. La adoración y veneración corresponden solo a Dios, al
Altísimo tres veces Santo, nuestro Padre Creador.
María fue virgen
en la concepción de Jesús y hasta su nacimiento, Lc.1:26-27. Después
del nacimiento de Jesús la biblia hace varias referencias a los hermanos y
hermanas de Jesús; lo que indica que María tuvo varios hijos con José después
que nació Jesús y vivieron como una familia normal de su tiempo: Jn. 2:12 "Después
de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos;" Gal.1:19 “pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor”. Mat. 13:55; Mat.
12:46; Lc. 8:19; Hc. 1:14.
No queda ninguna
duda pues, de que María sí tuvo hijos de José su esposo y fueron una familia corriente.
Mat 13:55, ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos,
Jacobo, José, Simón y Judas? Algunos niegan esto en el afán de atribuirle divinidad
a María para idolatrarla.
La
biblia no dice que María fuera llevada a los cielos en cuerpo y alma por los
ángeles. Ni siquiera habla de su muerte cuándo y cómo fue, como tampoco habla
de la muerte de José su esposo.
La
última vez que la biblia hace referencia a María, es que estaba en el aposento
alto el día de Pentecostés. Hc. 1:14 “Todos éstos perseveraban unánimes en oración
y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.”
ERRORES QUE SE
ENSEÑAN SOBRE MARÍA COMO DOGMAS DE FE, QUE NO SON BÍBLICOS:
*Que María fue concebida sin pecado original.
Esto es imposible porque toda la raza humana estaba caída, por eso Jesús venía
a redimirnos del pecado, y la biblia dice que todos somos pecadores, Rom. 3:23.
Pero sin embargo, esto no impedía que Dios en su soberanía escogiera a personas
rectas, humildes, temerosas de Dios y obedientes, para encargarles alguna
misión.
Para que María fuera concebida sin pecado, tendría que ser ya una intervención
directa de Dios, y lo diría la biblia; esto solo se dio con Jesucristo su Hijo
porque desde antes ya era, solo vino a tomar naturaleza humana. María es
una creatura como todos los demás humanos y la biblia dice que ella es del linaje
de David.
*Que María permaneció siempre virgen: virgen
antes del parto; virgen en el parto y virgen después del parto, porque el
nacimiento de Jesús fue de la manera que un rayo del sol pasa por un cristal
sin romperlo ni mancharlo. Esto es erróneo,
y ya vimos ampliamente, que ella tuvo otros hijos después de Jesús. Todo esto
es un invento más para rodearla de misticismo.
*Que María es la madre de Dios. Más
atrás ya vimos ampliamente, por qué no lo es. Dios ha existido desde
siempre, es eterno, increado, no tiene principio ni fin; todo lo que existe ha
sido creado por él en su soberanía. María es la madre de Jesús hombre, no de la
Deidad.
*Que María fue llevada al cielo en cuerpo y
alma por los Ángeles. La biblia NO dice esto, como sí dice de Elías
2Cr.2:11; y de Enoc, Gén.5:24.
*Que María intercede a Dios por los hombres.
La biblia es clara cuando dice: 1Ti 2:5 “Porque
hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre.” Sólo hay uno, Jesucristo.
CONCLUSIÓN:
María al igual
que Noé, Abraham, Moisés, y tantos hombres y mujeres que en algún momento Dios
llamó para diferentes tareas en la historia de la salvación, también necesitaban
y aguardaban la salvación en Cristo.
Pero indudablemente
que María es una mujer titular y privilegiada en esa lista, como ella misma lo
admite en su canto: Lc.1:46-50
“Entonces María
dijo:
Engrandece mi alma al Señor;
Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Porque ha mirado la bajeza de su sierva;..." Pero esto no nos dice que debemos adorarla.
Sólo a Dios el Padre y a su Hijo JESUCRISTO el SEÑOR, en el Espíritu Santo, sea toda honra y toda gloria por los siglos Amén.
Bendiciones.
Orfilia Miranda L.
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