“EL TESTIMONIO DE VERDAD”
1ª de Juan 1 y 2
Si examinamos cuidadosamente la vida
de Jesús, encontramos que mucha gente le seguía y escuchaban su palabra por
muchas razones.
Unos por la multiplicación de los
panes, otros por las sanidades, otros por curiosidad, otros para criticarlo y
cuestionar su doctrina y sus acciones, y otros muy pocos se maravillaban de sus
palabras llenas de sabiduría y le seguían a todas partes.
Pero vemos que todavía hay un grupo
muy pequeño de apenas doce hombres muy cercanos, escogidos y llamados por el
mismo Jesús, que le seguían siempre y compartían con él: los doce, llamados
también discípulos.
Estos doce hombres cuando la multitud
se iba a sus casas, ellos seguían con el Maestro; comían con él, compartían
todo el tiempo con él. Nadie más estuvo tan cercano a Jesús como estos doce
hombres.
Uno de ellos, Juan, es el autor de
esta carta llamada universal, él es el que da este testimonio.
Vamos a estar reflexionando sobre los
dos primeros capítulos de esta carta hasta el verso 17 del segundo capítulo.
*La palabra de vida:
Solo la Palabra de Dios está llena
del Espíritu que da vida.
Jn. 6: 67- 68 “Le respondió Simón
Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”.
*Dios es Luz:
En Jn. 8:12, Jesús dice: “Yo soy
la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz
de la vida”.
Hoy nadie quiere ser alumbrado; muy
pocos quieren aceptar que andan en tinieblas, que hacen cosas malas y necesitan
arrepentirse y aceptar la salvación que Cristo ya ganó para ellos.
Algunos me dicen: yo soy buena
persona, no le hago mal a nadie…no necesito estar en una iglesia dándome golpes
de pecho…
Pero la biblia dice que “Si decimos
que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en
nosotros”.
Y aquí mismo en 1° de Jn. 1:10 “Si
decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en
nosotros.”
Por ningún lado tenemos salida. Que
nos quede claro: Sólo en Cristo podemos ser salvos.
*Cristo es nuestro Abogado
Nacimos en pecado heredando una
naturaleza pecaminosa, de naturaleza caída, pervertida.
¿Qué solución tenemos entonces? Aquí
mismo la palabra de vida nos ofrece la solución, la salvación que tenemos en Cristo
nuestro ABOGADO ante el Padre. Jesucristo el Justo. No hay otro. Absolutamente
no.
*El nuevo mandamiento.
Y para finalizar, Juan nos da un
nuevo mandamiento que no es tan nuevo, da nuevas instrucciones sobre esto; sobre
el amor y la comunión con los hermanos.
Las implicaciones que conlleva la desobediencia
de este mandamiento, y termina con una recomendación muy seria: que los
creyentes debemos apartarnos del mundo.
Estamos en tiempos muy peligrosos donde todo es permitido, todo parece bueno, todo el mundo lo usa o lo hace; donde muchos que se dicen cristianos se confunden con la oscuridad.
¡¡¡ALERTA,
PELIGRO!!!
Que el Señor nos ayude a permanecer
en él para siempre. ¿Bendiciones!
Orfilia Miranda Londoño