Texto: Mateo 7:13-14
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha
es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los
que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el
camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.
Muchas personas todavía tienen dudas sobre la eternidad y se preguntan
sobre Dios. La mayoría conoce muy poco de Dios y lo que han oído les hace tener
una imagen distorsionada de Él por falta de conocimiento de la palabra. Muchos
creen que es mejor gozar la vida y divertirse, pues, al morir todo termina.
Otros, incluso creyentes, conocedores de la palabra, ven la eternidad tan
lejana, que deciden aprovechar al máximo
de todo lo que nos ofrece el mundo, lo mejor que se pueda, incluso manipulando
el evangelio como es la Teología de la
Prosperidad, que arrastra a grandes multitudes. Totalmente contrario a lo
que dice el texto bíblico: que la puerta
es estrecha y angosto es el camino que conduce a la vida eterna y son pocos los
que la hallan.
No podemos jugar con la salvación de nuestra alma. ¡No podemos
equivocarnos! Podemos equivocarnos en muchas otras cosas, pero si nos equivocamos
acerca de la salvación, cometemos el
error más grande de toda nuestra vida.
Debemos de tener una clara comprensión de lo que Dios es, y de lo que él demanda
de quienes quieren ser sus seguidores.
Entrar en el cielo no es fácil, ya lo dijo Jesús: "Esforzaos a entrar por la puerta angosta,
porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán". Lc.13:24.
La forma como se predica hoy el Evangelio nos espanta; es como si hubiésemos
sido creados para establecernos aquí en la tierra con riquezas mal habidas,
placeres, toda clase de comodidades extravagantes, olvidándonos que nuestro
destino es eterno.
Es de suma importancia que tomemos muy en serio las palabras del Señor y
que comprendamos muy bien los siguientes aspectos:
1. Siendo Dios nuestro Creador, como sus creaturas, somos responsables
ante Él, de seguirle y de obedecerle.
2. Dios es SANTO y aborrece todo pecado. Dios es recto y justo, así que
debe castigar el pecado.
3. Todos los hombres nacen con un corazón corrupto, amante del pecado y aborrecedor
de Dios. La corrupción del corazón del
hombre hace que cada cual quiera seguir su propio camino, hacer su propia
voluntad y quebrantar las leyes divinas.
4. Jesucristo es la única respuesta de Dios al problema del pecado.
5. Ser un seguidor de Jesucristo es costoso. Jesús demanda ser la máxima prioridad en nuestras vidas, o de otro modo
no podemos ser sus seguidores.
¿CÓMO ES DIOS?
Dios es santo recto y
justo. Dios es nuestro Creador Todopoderoso y Soberano.
Dios se nos revela en la Biblia como el Todopoderoso, el Soberano Creador
del universo y de todo lo que hay en él, incluyendo el hombre: "Porque en él fueron creadas todas las cosas,
las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles...
todo fue creado por medio de él y para él" Col.1:16.
Dado que Dios es nuestro Creador, somos responsables delante de Él, tanto para
seguirle como para obedecerle. No tenemos derechos por nosotros mismos. "Reconoced que el Señor es Dios, él nos hizo,
y no nosotros a nosotros mismos, pueblo suyo somos y ovejas de su prado."
Sal. 100:3.
Como Creador nuestro, Dios es el que establece lo que es bueno y lo que es
malo. Fuimos amorosamente creados a imagen de Dios. Somos la corona de la creación.
No somos como los animales; ni somos máquinas ni robots.
Por ser nuestro Creador, Dios tiene derecho absoluto sobre nuestra vida y
a pedirnos cuenta de ella; nosotros somos responsables ante Él y totalmente
dependientes de él.
Dios es un Dios santo. Absolutamente puro y de
excelencia moral perfecta. Dios es adorado permanentemente por seres
celestiales debido a su santidad. Los serafines rodean el trono de Dios y claman:
"Santo, santo, santo, Señor de los
ejércitos." Is. 6:3 La
santidad de Dios se refleja en la pureza de su ley moral. "La ley, a la verdad, es santa, y el mandamiento
santo, justo y bueno." Ro.7:12.
Porque Dios es santo, aborrece el pecado y todo lo que es contrario a sus
leyes.
Dios es recto y justo. Esto
significa que en su naturaleza, Dios no obra el mal, siempre hace lo bueno y actúa
con completa justicia en todo lo que hace.
La justicia divina
requiere que el castigo sea aplicado a toda rebelión contra la autoridad de Dios
y toda violación de su ley moral.
Cuando alguien comete un crimen humano se espera que sea
castigado por ello. Mucho más deberíamos esperar de un Dios santo y perfecto, que
castigue a quienes se rebelan contra Él y violan las leyes del cielo.
Porque Dios es santo, recto y justo,
es un Dios de gran ira. La ira es una de las características de Dios que mucha
gente prefiere ignorar o tratan de eludir.
La ira de Dios es su
santidad puesta en acción contra la maldad o el pecado. Pecado es todo acto o forma de rebelión
contra la santidad o autoridad de las leyes de Dios. "Porque
la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de
los hombres" Ro.1:18.
En cosecuencia, el infierno es real. El infierno es un lugar de fuego y castigo eterno. Enseñar
otra cosa diferente, es encubrir o ignorar la realidad del infierno y sería una
mentira. Toda persona que en esta vida continúa rechazando la autoridad de Dios
sobre su vida y violando sus leyes pasará la eternidad en el infierno. Ya que
el pecado acarrea tal castigo es muy importante que aprendamos más sobre él
como una realidad eterna.
No podemos negar esta verdad bíblica y engañar a las personas haciéndoles creer
que Dios es sólo amor y no hay ningún castigo para el pecado obstinado; para los que rechazan la sangre redentora de Cristo.
En su grande amor compasivo hacia nosotros, es que Dios nos envió a su
Hijo para que no perezcamos eternamente a causa del pecado. Por tanto, Dios
exige que el que venga a Él, deba primero arrepentirse de todos sus pecados,
apartarse y rendirse a Jesucristo como Señor. NO hay otra forma.
Es una terrible responsabilidad de pastores y predicadores avisar a las
almas del peligro; de no hacerlo, los exponen a la perdición de su alma y la responsabilidad
recaerá sobre ellos.
Entrar en el cielo no es fácil, ya lo dijo Jesús: "Esforzaos a entrar por la puerta angosta,
porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán". Lc.13:24. Porque no se apartan para el
Señor, sino que siguen coqueteando con el mundo y el pecado. Por eso el camino
al cielo no es de multitudes:
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha
es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los
que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el
camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. Mateo 7:13-14.
Dios les bendiga.
Visto lo anterior:
¿Qué idea tienes ahora sobre el pecado?
¿En tu iglesia se predica sobre el pecado?
¿Qué valor le das a tu alma?
Jesús dijo: “¿Qué aprovechará al
hombre, si gana todo el mundo, y perdiere su alma?” Mateo16:26.
Si este mensaje te bendice, deje su comentario.
Orfilia Miranda Londoño