lunes, 17 de febrero de 2014

¡CUIDADO, LOS DÍAS SON MALOS!



Estamos viviendo en un tiempo en donde abundan las falsas doctrinas y la herejía.
Leía en días pasados, un mensaje del Vaticano, del que transcribo algunos apartes:

“A través de la humildad, la introspección y la contemplación orante, hemos adquirido una nueva comprensión de ciertos dogmas:
La iglesia ya no cree en un infierno literal, donde la gente sufre. Esta doctrina es incompatible con el amor infinito de Dios. Dios no es un juez, sino un amigo y un amante de la humanidad. Dios busca no para condenar sino para abrazar. Al igual que la fábula de Adán y Eva, vemos el infierno como un recurso literario. El infierno no es más que una metáfora del alma aislada, que al igual que todas las almas en última instancia, están unidos en amor con Dios…” “…Todas las religiones son verdaderas, porque son verdad en los corazones de todos aquellos que creen en ellos.” (Según el mensaje, cada uno tiene su propia verdad). “¿Qué otro tipo de verdad está ahí? En el pasado, la iglesia ha sido muy dura con los que consideró inmorales o pecaminosos. Hoy en día, ya no hay juicio. Como un padre amoroso, nunca condenemos a nuestros hijos. ¡Nuestra iglesia es lo suficientemente grande como para heterosexuales y homosexuales, para los pro-vida y los pro-elección! Para los conservadores y los liberales, incluso los comunistas son bienvenidos y se nos han unido. Todos amamos y adoramos al mismo Dios.
“…El catolicismo es ahora una religión moderna y razonable, que ha sufrido cambios evolutivos. Ha llegado la hora de abandonar toda intolerancia. Debemos reconocer que la verdad religiosa evoluciona y cambia. La verdad no es absoluta o grabada en piedra. Incluso los ateos reconocen lo divino. A través de actos de amor y caridad el ateo reconoce a Dios como bueno, y redime su alma, convirtiéndose en un participante activo en la redención de la humanidad.” (El énfasis es añadido).

Cuando leí esto, me sentí preocupada por las personas que reciben estas herejías, las creen y se pierden; pero no me sorprendió mucho porque ya se lo había escuchado hace 30 años a un teólogo en una conferencia de “Teología moderna.”

Todas estas doctrinas de herejía, lo que nos demuestra es que estamos en una época bien difícil para los creyentes y la biblia nos alerta acerca de este tiempo: Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” Efesios 5:15.
Aquí la Palabra nos exhorta a revisar qué clase de vida llevamos como creyentes en Cristo, y a estar muy atentos a cualquier engaño; a que aprovechemos bien el tiempo andando en sabiduría, estudiando y escudriñando las Escrituras, contendiendo por la sana doctrina para no dejarnos desviar del camino de la salvación. No tengamos miedo de rechazar la falsa doctrina venga de donde vengan.  
Estos pensamientos anti bíblicos que niegan verdades absolutas de la biblia, como la salvación por la fe en Cristo, y no por otros medios; la necesidad del arrepentimiento, el juicio de Dios y la existencia del infierno; que niegan la verdad de la palabra de Dios como verdad absoluta, afirmando que todas las religiones son verdaderas, incluso el satanismo, son otra mentira de Satanás que es astuto y como padre de la mentira, miente desde el principio:
“El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” Juan 8:44.
Cristo fue muy preciso cuando dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Jn.14:6. Él no dijo, Yo soy un camino de tantos que hay.

Recuerdo que en los años 80, en Colombia, todos los sacerdotes de una diócesis debían ir a Roma a actualizarse en teología, en la “Gran Pontificia de Roma.” Pero hubo un sacerdote ya bastante mayor, que se negó a ir y dijo: “No, si voy a eso, pierdo la poquita fe que me queda; prefiero quedarme desactualizado.”
La “Teología Moderna,” es muy peligrosa, suprime principios bíblicos y enseña herejías; y esto no solo sucede en la iglesia católica, lamentablemente, hoy día, estas corrientes teológicas están permeando en muchas congregaciones que se siguen llamando evangélicas o cristianas.

Tratar desde la perspectiva humana de escudriñar y resolver los misterios de Dios; de definir a Dios en su naturaleza Divina, en su eternidad, santidad, sabiduría, su poder y omnisciencia, es prepotencia del hombre; nos quedaríamos cortos en lo que pudiéramos decir, porque Dios, el Eterno, el Creador del universo, quien existe por Sí mismo, que es “increado” y en quien todo existe y se sostiene, es GRANDE en Sí mismo, lo llena todo y lo abarca todo; nada existe fuera de él. ¡EL ETERNO Y SANTO DIOS, no tiene definición!

DIOS, como SER SUPREMO, está fuera del alcance de cualquier definición en que lo pretenda encerrar la mente humana: así de simple, porque DIOS es el Creador y el hombre la creatura.
Siendo Dios INFINITO, y el hombre finito, tratar de comprender la eternidad, la magnitud y los dominios de Dios, es como pretender recoger toda el agua del océano en un pequeño estanque.

Lo que Dios quiso en su sola soberanía revelarnos de él, ya lo hizo en la revelación de su Hijo Jesucristo: Jn.14:9 "Jesús le dijo: ...El que me ha visto a mí, ha visto al Padre;" Y  Lc.10:22- 24, “Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
23Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis; 24porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Visto lo anterior, sin embargo, me atreveré con temor reverente, a citar algunas otras de sus características y atributos de su esencia y naturaleza Divina:

Dios es inmutable, DIOS NO CAMBIA:
Dios sigue siendo eterno y Santo, tres veces Santo, es Soberano, perfecto y en él no hay mudanza ni indicios de que él haya variado o cambiado en el transcurrir de los siglos y su Palabra lo confirma:
Santiago 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.”
Los hombres son los que hoy dicen una cosa y mañana otra. Cambian de forma de pensar y de actuar, según sean influenciados por el medio, o el tiempo y la moda.

Dios tiene Palabra de VERDAD:
Su Palabra es absolutamente cierta y verdadera, no miente como los hombres, y no cambia de parecer de un día a otro.
Números 23:19 “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?”
Y si Dios es inmutable, y no cambia, entonces NO EVOLUCIONA, es el mismo ayer, hoy Y POR SIEMPRE. Heb. 13:8 “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.”
 Él siempre está en tiempo presente, para él no existe el tiempo como lo es para nosotros:
 2Ped. 3:8 “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.” Por lo tanto, decir que “la verdad religiosa puede cambiar y evolucionar,” es cierto, cualquier religión puede hacerlo; pero NO la verdad de la Palabra de Dios, que permanece porque Dios no cambia y es más que una religión.

DIOS ES TRES VECES SANTO:
Ese, tres veces Santo, en la biblia, es un énfasis de la santidad de Dios. Nos da una idea de la alta perfección moral de Dios, que con la mente humana, no alcanzamos a comprender ni a imaginar la grandeza, la anchura, ni la altura, ni la profundidad de su Santidad, así como tampoco hay palabras que alcancen a dar una definición de su santidad y su esencia.

Como criaturas suyas y como creyentes, es muy poco lo que le ofrecemos a Dios de alabanza y adoración. Más bien, somos irreverentes y confianzudos en el trato hacia Él. Una cosa es acercarnos a él con la confianza de hijos al Padre amoroso y tierno, y otra muy distinta es referirnos a Dios de cualquier manera con palabras y términos irrespetuosos como estos: “el mán de arriba,” “el hombre del segundo piso,” “el jefe,” “el parce” y muchos más que se escuchan.
Éstos no son términos adecuados ni reverentes para referirnos a Dios; él no es igual a nosotros y merece nuestro amor, respeto, veneración y adoración. Necesitamos tener la visión correcta de Dios, alto y sublime; de su perfección moral y de su pureza que debe ser vista como es debido.

Sólo Dios es digno de adoración; y la biblia en varios pasajes nos muestra la reverencia y el respeto con que le adoran los serafines y los seres celestiales:
Is. 6:2-3Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.”

Ap. 4:8Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.”

Ap. 15:3, “Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. 4¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.”
Sal. 22:3 “Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.”
Sal. 77:13 “Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande como nuestro Dios?”
Suficiente ilustración para entender cuánto respeto, veneración, agradecimiento y adoración debemos al Dios Altísimo.

Dios es Uno, Soberano y ETERNO:
En nuestra mente limitada, finita, no alcanzamos a entender la eternidad de Dios. Él mismo dijo a través del profeta Is. 46:9-12:
Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, 10que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; 11que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.
12Oídme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia: 13Haré que se acerque mi justicia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sion, y mi gloria en Israel.”
Este solo texto encierra varias de sus características de su esencia como Dios único:
Es Dios desde siempre, presente en todo, Sabio, él es el único Dios que ha existido desde los siglos y por los siglos, consejero, soberano, poderoso, lo que decreta lo hace, es Dios de gloria y salvación.
Si en Dios no hay mudanza, su palabra tampoco cambia:
Mat 24:35 “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”

Apoyados en la Palabra de verdad, ahora volvamos al comienzo del mensaje:
Negar la existencia del infierno es decirle a Dios mentiroso; es negar también la existencia del cielo, su justicia y la vida eterna; es negar la palabra de Dios; y ¿qué sentido y explicación tendría el que el Hijo de Dios, Jesucristo, viniera a morir por nosotros si no existiera el riesgo de condenación eterna? 

Como vemos, esta es otra artimaña y mentira de Satanás. Y la pone en la boca de personas con liderazgo y autoridad notables para que el daño sea mayor.
Desde su caída del cielo, Satanás ha luchado siempre contra Dios, y contra la obra más amada de Dios: el hombre. (Género humano) Jr. 31:3 “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” Él nos odia porque para él no hay misericordia ni perdón.
Desde el principio su intención siempre ha sido destruir al hombre; lo hizo desobedecer en el Edén y por seguir el camino de la maldad, fue destruido con el diluvio mas tarde; quiso destruir al pueblo escogido, Éxodo 1:15-16; quiso estorbar la salvación al tratar de matar a Jesús recién nacido en Belén; después lo tentó tres veces en el desierto; usó la boca de Pedro para persuadirlo de que no fuera a la cruz; y como todos sus planes le han fallado, hoy ataca a la iglesia con la herejía y la apostasía; desmiente la Palabra y sigue usando toda clase de artimañas para arrastrar a los hombres y mujeres al pecado y a la condenación eterna.
Qué mejor arma de destrucción que la confusión. La confusión lleva a la duda, la duda lleva a la dureza del corazón y a la incredulidad. Las personas se vuelven indiferentes y rechazan a Cristo el Salvador y ya las tiene en su mano.

El creyente tiene que estar muy atento, Satanás está desesperado haciendo todo lo que sea por arrastrar a todas las almas que pueda, porque sabe que le queda poco tiempo.
Él sabe que en Cristo está vencido, destruido y condenado, destinado al lago de fuego por toda la eternidad con todos aquellos que le obedecen.

La presencia de Cristo en el mundo es muy fuerte para el enemigo de nuestras almas; él sabe que Cristo vino a salvarnos y a destruirlo, Heb. 2:14:
 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.”
Cristo, pues, puso fin a esta esclavitud del pecado, rescatándonos de la muerte y dándonos nueva vida en él. En Cristo somos libres ahora; él vino a destruir en la cruz las obras del diablo.
1Jn.3:8 “…Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”
Para el diablo no existe la misma oportunidad que tenemos nosotros de salvación, por eso nos odia y quiere devorarnos. Estemos muy atentos, la biblia nos alerta: 1Pe 5:8,
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;”
La forma efectiva para mantenerlo lejos de nosotros, es permaneciendo firmes en la fe y sometidos consciente y decididamente, al señorío de Jesucristo.
Sat. 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”

Finalmente, tengo que decir, que si estamos viviendo días malos y peligrosos, también nos tocó vivir en un tiempo de privilegio: en el tiempo de la gracia de la salvación. A los antiguos no se les dio la revelación de Cristo ni se les dieron indicios de lo que está por venir:
Ef. 3:5 “…misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu…”

1 Cor. 2:9-10 “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.”

¡Animo y adelante! Si Cristo está con nosotros, ¿quién contra nosotros? Bendiciones.

Orfilia Miranda L.

“EL TESTIMONIO DE VERDAD”

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