miércoles, 19 de marzo de 2014

¿CÓMO CONOCER LA FALSA DOCTRINA?



NO SE DEJE CONFUNDIR
En el mensaje anterior, hablamos de la necesidad que tiene la iglesia de saber discernir cuándo le están enseñando falsa doctrina.
Para reconocer cuándo les están predicando falsa doctrina, lo primero que tienen que hacer es conocer muy bien la Palabra de Dios. Y no estoy diciendo que todos tienen que estudiar teología, no. Lea la biblia diariamente, medítela en oración y pida a Dios revelación. El Espíritu Santo que fue el mismo que inspiró a los escritores bíblicos, él se la revela. Jn.14:26  Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Es muy importante profundizar en el conocimiento de la Palabra de Dios, y estar seguros de cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas; conocer el plan de salvación, saber qué fue lo que hizo Jesucristo en la cruz para salvarnos y cómo podemos acceder a esa salvación.

Hay personas que se dedican a leer muchos libros y a estudiar tanto sobre las falsas doctrinas, que no les queda tiempo para leer la biblia y saben muy poco de ella; por eso se engullen todo lo que les predican y todo les parece muy lindo. He escuchado a personas decir después de una prédica en donde se manipuló la Palabra y hasta se dijeron herejías: “¡Qué linda palabra!” y se les ve maravillados. No entendieron nada.
Si no conoce la Palabra de Dios, obviamente, tampoco tiene discernimiento. Es como pretender que un siego de nacimiento nos describa los colores de las flores.  
Así es el creyente que vive en la carne todavía, no puede discernir:
1Co 2:14 “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”

Cuentan que un hombre que enseñaba a unos banqueros, cómo distinguir los billetes falsos de dólar, nunca les enseñó los falsos, les enseñó a conocer muy bien todos los detalles del billete verdadero y les dijo: “Ustedes no tienen que preocuparse tanto en conocer los billetes falsos; si conocen muy bien la textura y los detalles de los billetes verdaderos, en el momento que tomen uno falso, rápidamente sabrán que no es verdadero.” Y entonces, si no conocemos los billetes falsos, ¿cómo sabremos cual es el falso? Se preguntarían algunos.

Si conocemos bien el sabor de la leche, no nos podrán engañar con cualquier otro líquido de color blanco, y no es necesario tampoco saber qué es, sólo nos interesa reconocer que no es leche lo que nos están ofreciendo.
El creyente que conoce bien el evangelio y el propósito de Dios para su vida, rápidamente sabrá cuando le están dando otro evangelio adulterado o pervertido.

Los que han tenido la experiencia del campo, habrán visto un nido de pichones; los primeros días los pichones tiene los ojos cerrados y dependen totalmente de sus padres para su alimento; eso sí, tienen un sentido muy agudo para percibir cuando alguien se acerca al nido y abren el pico para que les echen comida; los padres les regurgitan la comida directamente en sus gargantas y ellos tragan sin saber qué es.
Muchos creyentes con años en la congregación, son como pichones; todavía tienen los ojos cerrados a la VERDAD y tragan entero todo lo que les regurgitan, porque sólo cogen la biblia los domingos cuando van a la iglesia y se sientan en la banca a esperar que los alimenten los demás. No se toman el trabajo de confrontar lo que escuchan y menos de cuestionarlo así les parezca que dijeron algo extraño porque no conocen la Palabra.
Confronte toda doctrina que le parezca extraña con la biblia, ejemplo: los de la doctrina de la prosperidad, dicen: “Usted es hijo del Rey y tiene que vivir como rey, tiene que ser rico y tener abundancia porque usted es hijo del dueño del oro y la plata…”
Vaya al evangelio a ver cómo vivió Jesús, y qué dijo sobre las riquezas y saque usted mismo sus conclusiones.
Lc. 9:58 “Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

Mat 6:24 “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”

A los que predican la prosperidad, se les olvida que esta vida es pasajera, que nacimos con un destino eterno y vamos de paso hacia la morada celestial, y todo lo de aquí, se queda aquí.
Que quede muy claro esto: si el Señor lo bendice y le permite prosperar en los negocios, glorifique a Dios por ello, viva agradecido, sea generoso con los necesitados y no ponga el corazón en el dinero sino en Dios. Y si el Señor no le da muchos bienes y lo mantiene sólo con lo necesario, igualmente, viva agradecido y contento con lo que tiene.

Hoy existen iglesias que parecen más bien empresas multinacionales; tienen sucursales en varias partes del mundo y emplean técnicas de mercadeo para ganar adeptos rápidamente. Son conocidas como mega-iglesias, con capacidad para albergar a miles de personas, y así mismo, cuentan con toda clase de comodidades y de lujos, en terrenos muy grandes, con zonas de entretenimiento como tenis, fútbol, piscinas, etc.
Generalmente son para clase social alta, y así también son los diezmos y las ofrendas para poder sostener los mega-gastos mensuales de estos clubes sociales llamados templos o iglesias.
En estas congregaciones, todos “son felices y muy bendecidos,” según ellos, y los pocos pobres que entran allí no duran mucho porque no aguantan la presión económica y les dicen que su situación de pobreza es por falta de fe o por sus pecados y maldiciones que arrastran.
Allí rara vez se predica sobre el pecado y el arrepentimiento y cuando lo hacen, lo hacen tan suave, que los oyentes no se dan cuenta ni les parece tan grave. (Aquí ya estamos frente a una mala doctrina).

¿Será esta la iglesia fundada por Jesucristo?... ¿Este ería el propósito de Cristo, cuando la fundó?... ¿Qué dice la palabra acerca de esto?... ¡No hay que estar tan ciegos!
¿Dice la biblia que se construyan esos mega-templos? Creo que no. Miren lo que dijo Jesús:
Mar. 16:15 -16 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. -El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”
Lo que menos hicieron los discípulos de Jesús, fue establecerse mucho tiempo en un solo lugar.
Para anunciar la salvación a los hombres, hay que ir a buscarlos a todos los lugares remotos del mundo donde estén y anunciarles el evangelio. Hay que salir de la comodidad y despojarnos de muchas cosas. Lo podemos ver en el envío de los doce:
Mat 10:9-10 “No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos;
ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.”
Veamos también en Lucas 9:6 “Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.”
Hay que salir a buscar las almas a los pueblos y veredas donde muchas veces no hay las condiciones básicas para vivir dignamente, pero ese es el mandamiento y muchos prefieren la comodidad de los mega-templos en las grandes urbes.

Si hemos leído los anteriores pasajes con entendimiento y discernimiento, vemos que nos dicen otra cosa muy distinta. Así que, ponga a prueba su discernimiento y juzgue usted mismo a la luz de la Palabra.
La vida de la fe es muy simple y muy sencilla; no se necesita grandes sumas de dinero para pagar la salvación porque es gratis, es regalo del Padre en su Hijo Jesucristo. Y usted no tiene que ser rico para poder pertenecer a una mega-iglesia y poderse salvar.
La salvación es por fe, de gracia, para todos aquellos que se arrepienten y creen y reciben a Jesús. Hch. 2:38 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”

Y dice la biblia en el libro de los Hechos, que a la predicación de los apóstoles, la gente que los escuchaba se arrepentía y se iban agregando a la iglesia cada día.
Hch.2:47 “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” 

¡No había que presentarles primero una película de vaqueros para que se motivaran! ¡La motivación viene del Espíritu Santo, Él es él que redarguye, el que nos convence de que somos pecadores y que necesitamos de Cristo! Usted solo tiene que anunciar el mensaje del evangelio; eso es lo que se le está pidiendo. Deje al Espíritu Santo hacer su trabajo. No se empeñe en que la gente tiene que creerle a usted, no es su discurso, es la PALABRA de Dios y él sabe a quién se la envía. Él dice en Isa 55:11, “…así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” Observe bien que dice: “así será mi palabra que sale de mi boca, no es la suya ni la mía.
Dios siembra semilla en distintos terrenos, así él conozca que no toda va a germinar, y no toda va a dar fruto, ni la misma cantidad de fruto, Lc.8.

La predicación motivacional, las técnicas de mercadeo, el entretenimiento y el activismo en la iglesia, han desplazado el verdadero evangelio del Señor Jesucristo y la acción del Espíritu Santo. Y donde no está el Espíritu de Dios, no hay luz, no está la verdad y no hay discernimiento.
Así de simple: la palabra que no viene de Dios, irremediablemente viene de la carne o de las tinieblas para engañar.
Tristemente, hoy nos ofrecen en la iglesia toda clase de cosas que ya habíamos dejado en el mundo, y renunciado a ellas. Es el caso de la música. En la mayoría de las congregaciones, en la alabanza se baila al son de música fuerte con movimientos sensuales igual que en la discoteca, porque como no tienen inspiración, han reencauchado música mundana con letra aparentemente cristiana.
En la hora de la adoración, igualmente usan una música romántica de enamoramiento o apasionamiento, como sensual o melancólica de despecho que dan ganas de llorar y a eso le llaman quebrantamiento y unción; tiene muy poco de espiritual y menos de adoración a Aquel que murió por salvarnos de la muerte eterna. Pero esto es lo que dice la Palabra al respecto: Col 3:16  La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.”
Y Ef. 5:19 dice: “hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;” vemos entonces, que todo esto que se practica hoy en las iglesias va en contra de la escritura.  

Estos son apenas unos pocos ejemplos de cómo puede usted empezar a discernir todo lo que oye y ve en su iglesia o congregación. Afine sus sentidos y pida al Espíritu Santo.
La Palabra nos alerta a estar muy despiertos y atentos a estas cosas y a huir de ellas.
No se preocupe si tiene que cambiar de iglesia. No está haciendo nada malo, todo lo contrario, si no huye de allí se expone a ser confundido y a salirse del camino. Déjese guiar por el Espíritu Santo, no le desobedezca:
Hch. 7:51 “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.”

Dios les continúe bendiciendo.

Orfilia Miranda Londoño




domingo, 9 de marzo de 2014

EL DISCERNIMIENTO



El discernimiento es un tema del que poco se habla en la iglesia hoy día, a pesar de la importancia que tiene para la vida del creyente.
El discernimiento es la capacidad de saber distinguir entre el bien y el mal y saber escoger entre lo bueno y lo malo, la verdad y el error. El pastor John MacArthur, lo define así:
“El discernimiento no es más que la capacidad de decidir entre la verdad y el error, el bien y el mal. El discernimiento es el proceso de hacer una cuidadosa distinción en nuestro pensamiento acerca de la verdad. En otras palabras, la capacidad de pensar con discernimiento es sinónimo de una capacidad de pensar bíblicamente.”

El discernimiento es considerado también como una señal de madurez en la fe cristiana; si los creyentes no desarrollan la capacidad de discernir, están en alto riesgo de ser sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, Efesios 4:14.

Como creyentes, sabemos que estamos actuando con discernimiento, cuando nuestras acciones están conforme a la voluntad de Dios, expresada en su palabra. Entendemos que algo está mal enfocado, cuando se basa en una interpretación personal que no refleja el pensamiento de Dios ni su voluntad para la vida de los creyentes.
Sabemos que alguien actúa con discernimiento, cuando lo que dice o hace, no está en contravía con la palabra de Dios.
En la vida espiritual existe una sola forma de discernimiento, es dado por el Espíritu Santo, y siempre está en comunión con el pensamiento de Dios y su sabiduría. Se le llama discernimiento espiritual y es del que hablamos en este mensaje.

¿Está la iglesia de Cristo preparada para discernir los tiempos que vive hoy?
A través de la historia, la iglesia siempre ha sido y será infiltrada por falsos maestros que influencian la iglesia para que no crea en el evangelio de la gracia. De ahí la imperiosa necesidad de conocer y escudriñar las escrituras para identificar con claridad la sana doctrina de la falsa. Por lo tanto, es en la misma Palabra de Dios que usted y yo aprendemos a discernir, y somos responsables de buscar y adquirir ese discernimiento, 1ª Ts.5:21-22: “Examinadlo todo; retened lo bueno. -Absteneos de toda especie de mal.”
Debemos examinar todo lo que oímos, tomar lo bueno y desechar lo que no es verdad. Eso era lo que hacían los de Berea: “…recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.” Hc.17:11.
Si una persona no tiene buenas bases en los principios de la fe y un criterio bien formado en la sana doctrina, es presa fácil de las falsas doctrinas y del engaño.

Estamos viviendo un momento crucial en la iglesia, la del neo-cristianismo o cristianismo liberal, que es parte de la estrategia de Satanás para destruir la iglesia, y lo está logrando con un alcance increíble, porque la iglesia se está debilitando en la doctrina bíblica.
Muchos de los profetas modernos, son como los fariseos del tiempo de Jesús, dicen representar a Dios, pero carecen de discernimiento para interpretar las escrituras, o las interpretan maliciosamente para alcanzar sus propósitos mercantilistas y malvados, y Satanás los está usando para que la gente no conozca la verdad y se salve. Jn. 8:31-32,Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”

Los fariseos le pedían a Jesús señales más sobrenaturales que les impactara y pudieran ver si realmente él era quien decía ser. Hoy pasa igual, los cristianos andan buscando emociones fuertes, milagros y prosperidad para poder creer, menospreciando la Palabra que ella misma nos dice: No menosprecies las profecías: es decir, no menospreciemos las profecías escritas, las que están en la biblia. La profecía de hoy es la proclamación de lo que Dios ya dijo en la Escritura.

La iglesia de hoy carece de Discernimiento, por varias razones:
*Por debilitamiento de la claridad doctrinal y convicción espiritual: Hay debilitamiento de la enseñanza bíblica, porque muchos predicadores han borrado en esencia la verdad que la biblia establece en términos categóricos: no la confunde ni da otras opciones, porque la verdad es  absoluta. 1Pedro 2:1-2.
El discernimiento espiritual nos exige mantener con tenacidad las verdades bíblicas, Tito 2:1.
Sabiendo que la palabra de Dios, es absoluta y su doctrina no cambia, los valores bíblicos NO varían con la cultura, la época o la moda. Y para el cristiano la fuente única de su doctrina es la palabra de Dios, no lo que el mundo piensa y dictamina. Cuando se predica sin discernimiento, hay confusión respecto a lo que Dios es, a lo que Dios dice y a lo que él exige.
Hoy se enseña lo que la gente quiere oír y no lo que la iglesia necesita: 2Tim.4:3-4, “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.” Esto es exactamente lo que estamos viendo, las iglesias están llenas de gente sin conversión, tienen una verdad distorsionada sobre el plan de Dios, sobre Cristo y la gracia de la salvación.
Jn. 1:17Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.”
*Es necesario pensar y discutir los contrastes: Hoy en nuestra sociedad, todo es relativo: cada persona tiene su propia verdad, incluso en la iglesia hay cristianos que tienen su propia opinión, respecto a la verdad doctrinal. Pero la biblia es absoluta porque el que habla es Dios mismo y su Palabra permanece para siempre. 1Ped.1:25.
Para que los inconversos se sientan cómodos en la iglesia, se les predica suavemente para que no perciban que lo que se les está enseñando es una verdad absoluta, 1Pedro2:6.
La iglesia del nuevo testamento no buscaban aceptación ni estaban preocupados en crear y aplicar estrategias de mercadeo para atraer adeptos; ellos estaban preocupados por entregar el mensaje de la verdad, de la salvación en Cristo.

*La interpretación incorrecta de la escritura: Un cristiano si desea adquirir discernimiento, debe conocer los principios básicos de interpretación bíblica. Debe darle la interpretación correcta en el contexto histórico y el objetivo del mensaje para hoy. “Procura con diligencia  presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” 2Ti.2:15.
Debe también pedir al Espíritu Santo, Él obra en nosotros y nos lleva a la verdad como él la escribió. Su función en la iglesia y en la vida de cada creyente, es santificarnos y llevarnos siempre a la verdad.

*Falta de disciplina en la iglesia: ¡La iglesia debe mantener la santidad! Un cristiano en la iglesia no puede mantenerse en pecado y mucho menos tener ministerios a cargo. La iglesia debe confrontar el pecado y ayudar a levantar y a restaurar al pecador de acuerdo a Mat.18:15,17.
Hoy no se disciplina en la iglesia para no ahuyentar a los fieles. Es una mala práctica de mercadeo bien peligrosa. La iglesia no puede tolerar el pecado, porque seremos juzgados por Dios. 1 Ped. 4:17 “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?”
 Una iglesia que no exhorta sobre el pecado y no disciplina, es una iglesia sin discernimiento: Heb.12:8.

*Inmadurez Espiritual: Los cristianos de hoy tienen una experiencia de Dios muy pobre, buscan a Dios solo en campañas de milagros y aceptan cualquier cosa que les ofrecen; en el orden físico, siguen como niños, sin bases firmes por falta de doctrina que los ayude a crecer, “…para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,” Ef. 4:14.
La iglesia de hoy no sabe discernir porque somos tardos para oír. He.5:11.
Estas son las principales causas del por qué la iglesia de hoy no tiene discernimiento.

Pero un cristiano que discierne, es un cristiano maduro, firme y con autoridad. Todo lo examina y lo pone a prueba a la luz de la palabra de Dios. Está alerta y en guardia permanentemente. No cree en todo lo que le enseñan como verdad. No pone “fe ciega” en nadie y no cae por ingenuidad.
Para los que conocen la historia, ahí está la experiencia del Caballo de Troya. Cayeron en manos de los enemigos por ingenuos, se confiaron y creyeron en las buenas intenciones de ellos. A nadie se le ocurre recibir un regalo de su enemigo sin desconfiar de él.
Así mismo Satanás se vale de cualquier estrategia para engañar. Siempre lo ha hecho. Constantino el emperador, ordenó que el cristianismo fuera la religión oficial y hoy vemos los resultados. Toda una estrategia maligna para destruir la iglesia. Veamos 2ªCor.11:14.
El Espíritu Santo, por medio de la palabra de Dios, nos alerta del peligro: 1ªTim.4:1; 2ªPed.2:1. La estrategia del enemigo es introducir  falsas doctrinas a la iglesia, algunas disfrazadas de amor y unificación congregacional; y sólo con muy buena base bíblica podemos refutar y contradecir a los falsos maestros. Y esto lo vemos a través del nuevo testamento. En Mateo 23:37 Jesús llama con nombre propio a aquellos que eran falsos entre los judíos. Y Pablo dice que la palabra mentirosa carcome como gangrena. 2ªTimoteo 2:17.
Una persona que tiene discernimiento, no predica lo que se le ocurre de su propio pensamiento, predica la verdad, no una verdad a medias, sino la verdad absoluta de la palabra de Dios.
Un predicador con discernimiento, al predicar no dice: “yo pienso,” siempre dice: “la biblia dice” porque es la Palabra de Dios la que enseña y no la suya.

¿Cómo puedo ser un creyente de discernimiento?
Pidiendo a Dios el discernimiento, siendo humilde, pidiendo sabiduría, obedeciendo y escudriñando permanentemente las sagradas escrituras.

*Pida el discernimiento: Yo debo desear el discernimiento y este viene como un deseo genuino de saber lo que la palabra dice. Yo debo desear entender lo que Dios dice. Lo que él me quiere revelar.

Humildad: En todo momento debo tener cuidado y reconocer con mucha humildad que puedo ser engañado. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Jer.17:9.

Buscar la Sabiduría: Debo buscar esa sabiduría en Dios solamente, “Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.” Prov.2:1-5.
Un creyente que anhela el discernimiento debe tener un muy alto concepto acerca de la Escritura, no la puede menospreciar, o creer a medias. El discernimiento no es algo que viene por el solo hecho de leer la biblia así porque si. No. Debo orar y pedirlo a Dios; debo escudriñar la palabra, meditar en ella. No hay otra forma. Dios está dispuesto a darnos el discernimiento si se lo pedimos. Cuando Dios le dice a Salomón, pide lo que quieras que yo te dé, él pide sabiduría y discernimiento:
Da, pues, a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?” 1 Reyes 3:9. 
Y Stg.1:5, dice: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”
Es el Espíritu de Dios el que nos enseña, nos revela y nos guía a la verdad. Jn.14:26  Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Obediencia: La obediencia y fidelidad a Dios, mantiene en nosotros el discernimiento de la verdad. Un ejemplo de desobediencia con graves consecuencias lo encontramos en 1ª Reyes11:1-4; el hombre con más sabiduría y discernimiento registrado en la historia, la desobediencia lo llevó a la más abominable idolatría. Así mismo, el creyente desobediente destruye el discernimiento que Dios le ha dado y queda a merced de la apostasía y el engaño.

Estudio de la palabra: El discernimiento viene como consecuencia del permanente y diligente estudio de la palabra de Dios, unido a los anteriores elementos.
Dios en todos los tiempos, ha dotado a la iglesia de maestros firmes, que enseñen y expongan la palabra con autoridad y claridad como: Lutero, Calvino, Juan Wesley, Thomas Watson, Jonathan Edwards y muchos otros, que han sido maestros y centinelas de la palabra.

Recomiendo al lector(a) seguir escudriñando las citas siguientes para completar este estudio que le ayudará a comprender la importancia del discernimiento en la vida del cristiano y en la iglesia:
2 Timoteo 2:15; Colosenses 2:8,10; 1ªCorintios 2:9,14; Jn.8:32 y Mateo 7:15,Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.”

2 Pedro 3:17Así que vosotros, ho amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.”
Y finalizamos con esta recomendación:
Ro.16:17-18Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.” 
Pero si conocemos la Palabra, entonces podremos discernir la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.” Mal.3:18.
Espero que este mensaje les sea de bendición.

Dios les bendiga.                    

Orfilia Miranda L.



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