NO SE DEJE CONFUNDIR
En
el mensaje anterior, hablamos de la necesidad que tiene la iglesia de saber discernir
cuándo le están enseñando falsa doctrina.
Para
reconocer cuándo les están predicando falsa doctrina, lo primero que tienen que
hacer es conocer muy bien la Palabra de Dios. Y no estoy diciendo que todos
tienen que estudiar teología, no. Lea la biblia diariamente, medítela en
oración y pida a Dios revelación. El Espíritu Santo que fue el mismo que
inspiró a los escritores bíblicos, él se la revela. Jn.14:26 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a
quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os
recordará todo lo que yo os he dicho.”
Es
muy importante profundizar en el conocimiento de la Palabra de Dios, y estar
seguros de cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas; conocer el plan de
salvación, saber qué fue lo que hizo Jesucristo en la cruz para salvarnos y
cómo podemos acceder a esa salvación.
Hay
personas que se dedican a leer muchos libros y a estudiar tanto sobre las
falsas doctrinas, que no les queda tiempo para leer la biblia y saben muy poco
de ella; por eso se engullen todo lo que les predican y todo les parece muy
lindo. He escuchado a personas decir después de una prédica en donde se
manipuló la Palabra y hasta se dijeron herejías: “¡Qué linda palabra!” y se les
ve maravillados. No entendieron nada.
Si
no conoce la Palabra de Dios, obviamente, tampoco tiene discernimiento. Es como
pretender que un siego de nacimiento nos describa los colores de las flores.
Así es el creyente
que vive en la carne todavía, no puede discernir:
1Co 2:14 “Pero el hombre natural no percibe las cosas
que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente.”
Cuentan
que un hombre que enseñaba a unos banqueros, cómo distinguir los billetes falsos
de dólar, nunca les enseñó los falsos, les enseñó a conocer muy bien todos los
detalles del billete verdadero y les dijo: “Ustedes no tienen que preocuparse
tanto en conocer los billetes falsos; si conocen muy bien la textura y los
detalles de los billetes verdaderos, en el momento que tomen uno falso,
rápidamente sabrán que no es verdadero.” Y entonces, si no conocemos los billetes
falsos, ¿cómo sabremos cual es el falso? Se preguntarían algunos.
Si
conocemos bien el sabor de la leche, no nos podrán engañar con cualquier otro
líquido de color blanco, y no es necesario tampoco saber qué es, sólo nos interesa
reconocer que no es leche lo que nos están ofreciendo.
El
creyente que conoce bien el evangelio y el propósito de Dios para su vida,
rápidamente sabrá cuando le están dando otro evangelio adulterado o pervertido.
Los
que han tenido la experiencia del campo, habrán visto un nido de pichones; los
primeros días los pichones tiene los ojos cerrados y dependen totalmente de sus
padres para su alimento; eso sí, tienen un sentido muy agudo para percibir
cuando alguien se acerca al nido y abren el pico para que les echen comida; los
padres les regurgitan la comida directamente en sus gargantas y ellos tragan
sin saber qué es.
Muchos
creyentes con años en la congregación, son como pichones; todavía tienen los
ojos cerrados a la VERDAD y tragan entero todo lo que les regurgitan, porque
sólo cogen la biblia los domingos cuando van a la iglesia y se sientan en la
banca a esperar que los alimenten los demás. No se toman el trabajo de
confrontar lo que escuchan y menos de cuestionarlo así les parezca que dijeron algo
extraño porque no conocen la Palabra.
Confronte
toda doctrina que le parezca extraña con la biblia, ejemplo: los de la doctrina
de la prosperidad, dicen: “Usted es
hijo del Rey y tiene que vivir como rey, tiene que ser rico y tener abundancia
porque usted es hijo del dueño del oro y la plata…”
Vaya
al evangelio a ver cómo vivió Jesús, y qué dijo sobre las riquezas y saque
usted mismo sus conclusiones.
Lc.
9:58 “Y le dijo Jesús: Las zorras tienen
guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde
recostar la cabeza.”
Mat
6:24 “Ninguno puede servir a dos señores;
porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará
al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
A
los que predican la prosperidad, se les olvida que esta vida es pasajera, que
nacimos con un destino eterno y vamos de paso hacia la morada celestial, y todo
lo de aquí, se queda aquí.
Que quede muy
claro esto:
si el Señor lo bendice y le permite prosperar en los negocios, glorifique a
Dios por ello, viva agradecido, sea generoso con los necesitados y no ponga el
corazón en el dinero sino en Dios. Y si el Señor no le da muchos bienes y lo
mantiene sólo con lo necesario, igualmente, viva agradecido y contento con lo
que tiene.
Hoy
existen iglesias que parecen más bien empresas multinacionales; tienen
sucursales en varias partes del mundo y emplean técnicas de mercadeo para ganar
adeptos rápidamente. Son conocidas como mega-iglesias,
con capacidad para albergar a miles
de personas, y así mismo, cuentan con toda clase de comodidades y de lujos, en
terrenos muy grandes, con zonas de entretenimiento como tenis, fútbol,
piscinas, etc.
Generalmente
son para clase social alta, y así también son los diezmos y las ofrendas para
poder sostener los mega-gastos mensuales de estos clubes sociales llamados templos
o iglesias.
En
estas congregaciones, todos “son felices y muy bendecidos,” según ellos, y los
pocos pobres que entran allí no duran mucho porque no aguantan la presión
económica y les dicen que su situación de pobreza es por falta de fe o por sus
pecados y maldiciones que arrastran.
Allí
rara vez se predica sobre el pecado y el arrepentimiento y cuando lo hacen, lo
hacen tan suave, que los oyentes no se dan cuenta ni les parece tan grave. (Aquí
ya estamos frente a una mala doctrina).
¿Será
esta la iglesia fundada por Jesucristo?... ¿Este ería el propósito de Cristo, cuando
la fundó?... ¿Qué dice la palabra acerca de esto?... ¡No hay que estar tan
ciegos!
¿Dice
la biblia que se construyan esos mega-templos? Creo que no. Miren lo que dijo
Jesús:
Mar. 16:15 -16 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad
el evangelio a toda criatura. -El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas
el que no creyere, será condenado.”
Lo que menos
hicieron los discípulos de Jesús, fue establecerse mucho tiempo en un solo lugar.
Para
anunciar la salvación a los hombres, hay que ir a buscarlos a todos los lugares
remotos del mundo donde estén y anunciarles el evangelio. Hay que salir de la
comodidad y despojarnos de muchas cosas. Lo podemos ver en el envío de los doce:
Mat
10:9-10 “No os proveáis de oro, ni plata,
ni cobre en vuestros cintos;
ni de alforja
para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero
es digno de su alimento.”
Veamos también en Lucas 9:6 “Y saliendo, pasaban por todas las aldeas,
anunciando el evangelio y sanando por todas partes.”
Hay que salir a buscar las almas
a los pueblos y veredas donde muchas veces no hay las condiciones básicas para
vivir dignamente, pero ese es el mandamiento y muchos prefieren la comodidad de
los mega-templos en las grandes urbes.
Si
hemos leído los anteriores pasajes con entendimiento y discernimiento, vemos
que nos dicen otra cosa muy distinta. Así que, ponga a prueba su discernimiento
y juzgue usted mismo a la luz de la Palabra.
La
vida de la fe es muy simple y muy sencilla; no se necesita grandes sumas de
dinero para pagar la salvación porque es gratis, es regalo del Padre en su Hijo
Jesucristo. Y usted no tiene que ser rico para poder pertenecer a una
mega-iglesia y poderse salvar.
La
salvación es por fe, de gracia, para todos aquellos que se arrepienten y creen y reciben a Jesús. Hch. 2:38 “Pedro les
dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
Y dice la
biblia en el libro de los Hechos, que a la predicación de los apóstoles, la gente
que los escuchaba se arrepentía y se iban agregando a la iglesia cada día.
Hch.2:47 “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los
que habían de ser salvos.”
¡No había que
presentarles primero una película de vaqueros para que se motivaran! ¡La
motivación viene del Espíritu Santo, Él es él que redarguye, el que nos convence
de que somos pecadores y que necesitamos de Cristo! Usted solo tiene que
anunciar el mensaje del evangelio; eso es lo que se le está pidiendo. Deje al
Espíritu Santo hacer su trabajo. No se empeñe en que la gente tiene que creerle
a usted, no es su discurso, es la PALABRA de Dios y él sabe a quién se la
envía. Él dice en Isa
55:11, “…así será mi palabra que sale de
mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será
prosperada en aquello para que la envié.” Observe bien que dice: “así será mi palabra que sale de mi boca,” no es la suya ni la mía.
Dios
siembra semilla en distintos terrenos, así él conozca que no toda va a
germinar, y no toda va a dar fruto, ni la misma cantidad de fruto, Lc.8.
La predicación
motivacional, las técnicas de mercadeo, el entretenimiento y el activismo en la
iglesia, han desplazado el verdadero evangelio del Señor Jesucristo y la acción
del Espíritu Santo. Y donde no está el Espíritu de Dios, no hay luz, no está la
verdad y no hay discernimiento.
Así de simple:
la palabra que no viene de Dios, irremediablemente viene de la carne o de las
tinieblas para engañar.
Tristemente, hoy
nos ofrecen en la iglesia toda clase de cosas que ya habíamos dejado en el
mundo, y renunciado a ellas. Es el caso de la música. En la mayoría de las
congregaciones, en la alabanza se baila al son de música fuerte con movimientos
sensuales igual que en la discoteca, porque como no tienen inspiración, han
reencauchado música mundana con letra aparentemente cristiana.
En la hora de
la adoración, igualmente usan una música romántica de enamoramiento o apasionamiento,
como sensual o melancólica de despecho que dan ganas de llorar y a eso le
llaman quebrantamiento y unción; tiene muy poco de espiritual y menos de adoración
a Aquel que murió por salvarnos de la muerte eterna. Pero esto es lo que dice
la Palabra al respecto: Col
3:16 “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos
unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al
Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.”
Y
Ef. 5:19 dice: “hablando entre vosotros
con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en
vuestros corazones;” vemos entonces, que todo esto que se practica hoy en
las iglesias va en contra de la escritura.
Estos son
apenas unos pocos ejemplos de cómo puede usted empezar a discernir todo lo que
oye y ve en su iglesia o congregación. Afine sus sentidos y pida al Espíritu
Santo.
La Palabra nos
alerta a estar muy despiertos y atentos a estas cosas y a huir de ellas.
No se preocupe
si tiene que cambiar de iglesia. No está haciendo nada malo, todo lo contrario,
si no huye de allí se expone a ser confundido y a salirse del camino. Déjese guiar
por el Espíritu Santo, no le desobedezca:
Hch. 7:51 “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón
y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres,
así también vosotros.”
Dios les continúe
bendiciendo.
Orfilia Miranda
Londoño