jueves, 31 de octubre de 2013

SOMOS ESCOGIDOS DE DIOS




Jehová, un Dios tan santo, soberano, poderoso, que hace todo cuanto quiere, rodeado de gloria y majestad, creador de todo cuanto existe y que no necesita de nosotros para nada…, se dignó en su infinita bondad y misericordia, mirarnos y apiadarse de nosotros.
En su sola soberanía nos ha escogido desde la eternidad, para que seamos sus hijos, salvos y redimidos en Cristo Jesús, por gracia, no por mérito alguno de nosotros.
1ª de Pedro, 2:9: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;”

Y el haber sido escogidos por Dios, como linaje, real sacerdocio, nación santa, llamados o sacados de las tinieblas a la luz admirable de Jesucristo, es la más grande manifestación del amor de Dios hacia nosotros. Y este gesto amoroso de Dios, debe tener también una tremenda implicación para nosotros, esto es: aparte de dar testimonio y mostrar frutos de salvación, estamos comprometidos a anunciar las virtudes y  maravillas de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable, CRISTO.
Y no es para menos; en todos los relatos bíblicos en que Jesús hacía un milagro en favor de alguien, lo primero que hacían estas personas era divulgarlo por todas partes llenos de gozo y agradecimiento.

Y es que no puede existir mayor gozo que aquel que produce la salvación en Cristo, el encuentro con nuestro Salvador. Saber que estábamos perdidos, sujetos a la condenación eterna y recibir una salvación tan grande sin merecerla, de gratis, sin siquiera haberla pedido, esto es bienaventuranza, pues, él nos da promesa de que seremos saciados de todo bien espiritual porque con Dios nuestro Padre no nos falta nada.
Salmo 65:4Bienaventurado el que tu escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios; seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo”. ¡Qué glorioso!
Efesios 1:4-5 dice: “…según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”.

Qué conmovedor es saber que desde antes de la fundación del mundo, por puro afecto, por puro amor, ya estábamos en el propósito de Dios para salvación. ¡Qué maravilloso es Dios!

Aquí me viene a la memoria un corito que decía:

“Amo a mi Dios, amo a mi Dios, porque él me ama;
Amo a mi Dios porque él primero me amó;
Le amaba ayer, le amo hoy, y aún mañana,
Yo le amaré con todo el corazón…”

Fue uno de los primeros coritos que aprendí recién me recogió el Señor y recuerdo que lo cantaba hasta las lágrimas y sin entender todavía mucho la magnitud de su salvación.

Ef. 1:11“En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad”.
Dios decide según el beneplácito de su voluntad darnos herencia de vida eterna y promesas de toda clase de bendición espiritual para los escogidos. Y esto sin que nosotros hiciéramos algo para merecerlo. Es de pura gracia que él quiso apartarnos desde el vientre materno, para salvación.
Gálatas 1:15 “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,…”
Bendito el Señor y Padre nuestro, que puso sus ojos en nosotros, porque también la Biblia dice que muchos NO han sido escogidos para esa salvación.

Después de la rebelión del hombre, Dios promete un salvador para la humanidad caída; pero no todos los hombres y mujeres aceptarán esa salvación. Dios en su omnisciencia y sabiduría, sabe quienes persistirán en la maldad y no aceptarán el llamado a la salvación; por lo tanto, no estarán inscritos en el libro de la vida. Muchos de esos son los apóstatas, que aparentando ser creyentes, entran a las congregaciones a pervertir el evangelio enseñando herejías y han metido la impiedad en la iglesia para convertir la gracia de Dios en libertinaje, engañando así a muchos para que no sean salvos; y estos falsos profetas niegan a Dios y a Jesucristo.   

Apocalipsis 17:8  “La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida,…”

Jud 1:4Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.”

No queramos estar en ese grupo. Si estamos aquí entre los escogidos no es porque seamos especiales o mejores que los demás, es por pura gracia, porque así lo quiso el Padre quien nos llamó a la luz admirable en Jesucristo su Hijo. En consecuencia, caminemos y comportémonos como dignos hijos de Dios escogidos; es una exigencia de la Palabra.
Col 3:12 “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;”

Y como ya lo dijimos, estamos viviendo tiempos muy peligrosos de mucha confusión de doctrinas; estamos en el tiempo de la apostasía de que habla la biblia, cuando se levantarán de entre las mismas iglesias falsos profetas y engañarán a muchos. El Señor nos dice que nos guardemos de ellos. 
 Mat. 7:15: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.”
1Ti 4:1 “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;”

Ya está sucediendo, lo vemos en todas partes, congregaciones divididas por la falsa doctrina; costumbres mundanas y relajadas metidas en la iglesia como el adulterio, la música erótica, bailes, iglesias decoradas como discotecas o clubes y entretenimiento, y la Palabra de Dios ya no se predica o se predica a medias. Tengamos cuidado; hay que salir de allí.

Pero todas estas cosas no nos deben desanimar, sino más bien motivarnos porque es un signo de que el Señor está pronto a venir por su iglesia, por sus escogidos.
Dediquemos más tiempo a la oración, a la vida de piedad y estudio de la Palabra de Dios para que no seamos engañados; acerquémonos más en comunión con el Señor.

Amado lector: si usted está en una congregación con todas las características que señalamos anteriormente, mi recomendación es, que cuanto antes salga de ella; seguramente lo criticarán diciéndole que es de los que “andan buscando una iglesia perfecta;” no se deje intimidar. No participe de las obras infructuosas de las tinieblas. USTED ES UN ESCOGIDO DE DIOS PARA SALVACIÓN ETERNA.

Pero si usted no ha recibido a Cristo como su Salvador todavía, y en este momento está leyendo este mensaje, es porque usted también está siendo llamado por Dios a la salvación por gracia.
No desatienda su llamado. Dios llama varias veces y de muchas maneras a cada uno. Pero vendrá un momento en el que Dios no llamará más y entonces será el juicio.
Isa 55:6 “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.”
V.7 “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.”

Dios les bendiga.

Orfilia Miranda Londoño

domingo, 13 de octubre de 2013

“LAS EXCUSAS MENTIROSAS”



Todos en algún momento de nuestra vida habremos tenido que buscar una excusa para librarnos de algún compromiso, que en un principio dijimos que sí, pero después cambiamos de opinión y había que salir del asunto. ¿Cómo? Buscando una excusa. Pero lo malo es que no siempre las excusas son verdaderas.
En el texto de Lucas 14: 15-24, encontramos el caso de varios hombres que habían sido invitados al gran banquete de la salvación, del reino de Dios y al final se excusaron y lo rechazaron. 

15  “Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. 
16  Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.
17  Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. 
18  Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. 
19  Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. 
20  Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. 
21  Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo:
Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. 
22  Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. 
23  Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. 
24  Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.”
14.15 El hombre que estaba sentado con Jesús a la mesa, vio la gloria del Reino de Dios, pero no tuvo visión para ser parte de él. Muchos oyen el mensaje de salvación y hasta les impacta, pero lo ven como algo lejano y lo dejan de lado.
14:16-24, Esta parábola de Jesús, muestra cómo con frecuencia rechazamos la invitación de Dios a su banquete poniendo toda clase de excusas. Los negocios, el matrimonio, las riquezas, las diversiones y tantas otras cosas, pueden ser la causa perfecta para resistir o postergar la respuesta a la invitación de Dios a la salvación.
La invitación de Dios es lo más importante, no importa qué inconvenientes tengamos. ¿Se excusa usted para evitar responder al llamado de Dios? 
Jesús nos recuerda que el día vendrá cuando Dios dejará de invitar a estos que se resisten y hará la invitación a otros, entonces ya será demasiado tarde para querer entrar al banquete celestial.

El pueblo judío preparaba las fiestas con mucho cuidado. V 16, Para una fiesta, se acostumbraba enviar dos invitaciones: en la primera anunciaban la fiesta; en la segunda invitación, v 17, indicaban que todo estaba listo.
En el relato bíblico, todo parece indicar que en la primera invitación todos habían aceptado. Por eso los invitados en esta parábola de Jesús, ofendieron al anfitrión al excusarse a última hora cuando todo estaba preparado y se les envió ya la segunda invitación.

En la historia de Israel, la primera invitación de Dios el Padre, vino a través de Moisés y los profetas; la segunda vino mediante su Hijo Jesucristo. Los líderes religiosos aceptaron la primera invitación; creyeron en los profetas, pero desecharon a Dios al no creer en su Hijo.
De la manera en que el amo de la historia envió su siervo a las calles para que invitara a los necesitados a participar en el banquete, así mismo Dios envió a su Hijo al mundo, a gente necesitada para anunciarles que el Reino de Dios había llegado y estaba a su disposición.

Este pasaje de “La Gran Cena”, ilustra claramente la vida de los hombres. Dios el Padre, hace una invitación con mucha anticipación a todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, a la Salvación en Cristo. Pero esta invitación de Dios, es rechazada por muchos motivos y buscar a Dios no es la prioridad del momento; hay demasiadas cosas que el mundo nos ofrece que nos atraen y cautivan nuestra atención, despreciando así la invitación a la Salvación.

Aplicándolo al pueblo de Israel, el pueblo escogido de Dios, estos no le recibieron, no creyeron que Jesús fuera el Mesías, Jn. 1:11 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.” Entonces Dios envía el mensaje de salvación a todos los no judíos, a los gentiles, a los que no eran de linaje escogido, a todos los pecadores.
Hoy también, cuando el hombre recibe la invitación de Dios a la salvación, pone muchas excusas porque no hay sinceridad en su corazón para decir que no están interesados en ella.

El banquete divino que el Señor nos ofrece es abundante y refinado, con lo mejor, muy rico y es gratis. Mat. 22:4. Delicias espirituales, Isaías 25:6, “Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados.”
El verdadero pan del cielo que Dios nos ofrece es Cristo, el que da vida al mundo, que cuando le recibimos sacia el hambre y la sed para siempre. Juan 6:32-35.

Mientras que el alimento que nos ofrece el mundo es vano y engañoso, Prov. 23:3 “No codicies sus manjares delicados, Porque es pan engañoso.” Isaías 55:2, “¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia?
El alimento que el mundo nos ofrece, nos enfría en la relación con Dios y nos aparta de él; nos conduce al pecado y a la muerte.
Por lo tanto, para poder gustar del banquete espiritual, es necesario vaciarnos de todo lo mundano y del materialismo, porque un corazón lleno de placeres mundanos y de intereses materiales no tiene espacio para Dios. En la medida que nos vaciamos del mundo, nos vamos llenando de Dios, y así mismo, en la medida que nos llenamos del mundo nos vaciamos de Dios porque la santidad de Dios no habita en un corazón lleno de inmundicia.

Como creyentes, muchas veces también le ponemos excusas a Dios para comprometernos en su servicio.
Hay muchas clases de excusas, pero cualquiera que sea, casi siempre oculta la verdad y hay falta de sinceridad en el verdadero motivo que se expone para no cumplir con un compromiso.
Nunca estamos excentos de tenernos que justificar en algún momento, pero cuando nos excusamos injustificadamente, caemos ya en el pecado de la mentira y si bien podemos engañar a otros, a Dios no. El conoce nuestro corazón, Salmo 69:5.
La excusa es usada también como justificación personal: nos auto-justificamos, para evadir la responsabilidad de nuestras malas acciones, tratando con ella de ocultar la verdad, Gén. 3:12; Ex.32:24; Rom. 1:20. Cualquiera que sea la razón, la mentira es pecado y Dios nos pedirá cuentas.

Los personajes del texto de Lucas 14:15-24, nos muestra que ellos aceptaron la primera invitación pero no estaban interesados en asistir a la cena, ellos tenían otros intereses que eran la prioridad en ese momento y por eso pusieron excusas tan ilógicas o sin sentido que claramente eran mentirosas. La invitación era a una cena; no hay cenas al medio día, por tanto nadie prueba bueyes de noche ni va a ver una finca de noche; y las bodas de los judíos eran muy pomposas, por lo tanto no, surgían de un momento a otro como para ser ese un argumento válido de excusa.
Esta actitud descortés de sus invitados ofendió mucho al hombre que ofrecía la cena y se dijo: v 24, “Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.” Esto es, si alguno a última hora cambiara de opinión y decidiera venir, ya no le permitirían entrar al banquete.

Conclusión:

*No debo ponerle excusas al llamado de Dios a la salvación y a su servicio o ministerio.

*El estudio diario de la Palabra de Dios, la oración y el tiempo de comunión con él, no debo descuidarlo por ningún motivo, ni tengo excusa para no hacerlo.

*Dios debe ser mi prioridad siempre y debo confiarle a él todos mis problemas y preocupaciones sin descuidar mi vida espiritual como los personajes del texto bíblico.

*Actuar siempre con sinceridad diciendo la verdad, consciente de que la mentira es pecado y a Dios no le agradan los mentirosos.

*No buscar en la mentira la justificación propia porque solo Dios es justo y puede justificarnos en Cristo por gracia.

*Mantener muy limpio mi corazón delante de Dios, sincerándome con él porque él conoce mis pensamientos: ¿A dónde me iré de su presencia? Salmo 139; Marcos 4-22.

Dios les bendiga.

Orfilia Miranda Londoño.


lunes, 7 de octubre de 2013

CRISTO: SU GRANDEZA (Salmo 2)




El presente estudio del salmo 2 nos demuestra la profecía de la segunda venida de Cristo con poder, nos habla del eterno plan de Dios y su grandeza.
Tema: El Hijo de Dios: nuestro Señor

Objetivo: Enseñar a amar a nuestro Señor Jesucristo

Cristo su grandeza, salmo 2, su segunda venida

Introducción: Que bella profecía sobre nuestro Señor, de nuestro Redentor. Nuestro Rey que vino en forma de cordero, para darnos el ejemplo de su paz y de su amor. Pero en esta porción de la Biblia el salmista nos presenta también a nuestro Señor en su segunda venida con poder. Porque cuando Él venga la segunda vez vendrá en gloria a regir el mundo con vara de hierro, y a establecer su reino que no tendrá fin.

Pero qué tristeza que teniendo la profecía más segura todavía andemos vagando en nuestros pensamientos, perdidos como ovejas que no tienen pastor.

Hoy tendremos la oportunidad de estudiar el Salmo 2 escrito por David, inspirado por el Espíritu Santo, revelándonos de una manera especial a Cristo en su segunda venida. (Hechos 4:25). Este Salmo es una delicia por la forma como nos presenta a nuestro Señor Jesucristo lleno de poder y gloria.
Punto 1. ¿Por qué nos revelamos contra Dios? ¿Por qué andamos tan perdidos?

Salmos 2:1-3 ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? 2  Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová y contra su ungido,  diciendo: 3  Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas.

V. 1. Se amotinan las gentes, esta es una visión profética, de los pueblos y naciones como en tumultuosa asamblea, tratando de resistir al gobierno de Dios. Son naciones en general, no en contraposición a los judíos. En esta parte habla de todos los seres humanos no solo del Antiguo Testamento, sino también en nuestro tiempo.

V. 2. Los reyes y los gobernantes unidos en tumultuosa asamblea consultarán contra el ungido, (el Mesías en hebreo, Cristo en griego).  Mientras que el profeta contempla la oposición general de los hombres, la pinta aquí en su aspecto culminante como se ve en el gran enjuiciamiento de Cristo por Pilato y Herodes, y los principales sacerdotes cuando lo crucificaron.

V. 3. Aquí se profetiza de una forma tan clara los propósitos tanto en palabras como en acciones. Ligaduras… cuerdas…todas las restricciones del gobierno corrupto de su época.

Cristo revelado. Muchas de las referencias del Antiguo Testamento, son tomadas del libro de los Salmos. Los apóstoles encontraron en los Salmos referencias al nacimiento de Jesús, pero la pregunta que nos podemos hacer es: ¿Por qué el hombre no quiere reconocer el señorío de Cristo? Desde los tiempos de los apóstoles el hombre no quiere reconocerlo como su Señor. Cuando llegó el momento de la Cruz, solo sus más allegados estuvieron con Él. Y todavía hoy dos mil años después, muchos se dan el lujo de rechazarlo, como lo hicieron en su tiempo. Pero hay una gran diferencia, hoy tenemos toda la Palabra revelada, y no tenemos excusa para rechazarlo.

Punto 2. Cuando llegue el tiempo Dios se burlará de los incrédulos. Decretando que Cristo es su Hijo.
Salmos 2:4-7  El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos. 5  Luego hablará a ellos en su furor, Y los turbará con su ira. 6  Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion,  mi santo monte. 7  Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.

V. 4. El Señor se burlará del hombre por su necedad en supremo desdén. Porque El sigue siendo el soberano, aunque nosotros nos rebelemos.

V. 5. Entonces hablará; Cuando Dios hable infundirá el terror.
V.  6. Aquí se declara el propósito de Dios,  he puesto, he ungido, o firmemente colocado, mi rey, ordenado por mí y para mí (Num_27:18). Cristo reinará sobre Sión, el santo monte de Dios.

V. 7. Dios ya tenía planeado desde antes de la fundación del mundo el decreto, y declara mi Hijo eres tú yo te engendré hoy, como en 2Sa 7:14. La interpretación de este texto en el sentido de describir la inauguración de Cristo como Rey mediador en ninguna manera impugna la Eterna Filiación de su naturaleza divina. Por la resurrección, dice Pablo, fue declarado, cuanto a su naturaleza divina, ser Hijo de Dios, lo que sólo enseña que aquel evento manifestó una verdad ya existente. Un reconocimiento similar de su filiación se presenta en Heb. 5:5 con estas palabras, y con otras en Mat. 3:17 y 17:5.
Dios quiere que el hombre lo acepte como su Hijo eterno, y como tal, como nuestro Señor.

Punto 3. Si, Cristo es el Señor de la tierra y de todo lo que existe.

Salmo 2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra.
V. 8. Las esperanzas de los rebeldes quedan así defraudadas, y no sólo esto; el reino al que se oponen está destinado a ser eterno y de todo lo que existe sobre toda la tierra, hasta sus confines. Está hablando del reino Universal de Cristo.
¿Qué es lo que quiere Dios? Que le creamos y aceptemos a su Hijo que es el Señor, para tener nosotros también el derecho a ser hechos hijos suyos, y poder heredar con Él toda la tierra.

Punto 4. Pero vendrá a juzgar con vara de hierro.

Salmos 2:9-11 Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de alfarero los desmenuzarás. 10 Ahora,  pues,  oh reyes, sed prudentes; Admitid amonestación, jueces de la tierra. 11 Servid a Jehová con temor, Y alegraos con temblor.
En su primera venida, vino como el cordero perfecto, humilde. Pero en su segunda venida todo será diferente. El nos ha regalado el presente siglo, para que recapacitáramos. Nos dio su “Gracia” para que tuviéramos la oportunidad de recibirlo como nuestro Señor aunque no lo mereciéramos.

V. 9. Jesús tiene el poder de desmenuzarnos como vasijas, pues Él es el Alfarero. Pero en su segunda venida sus enemigos se someterán a su terrible poder (Job_4:9; 2Th_2:8), así como su pueblo se someterá a su gracia (Salmos_110:2-3). Cuando habla de vara de hierro, expresa la severidad (Apocalipsis 2:27).

V.10-11. Ahora advierte a los reyes y  jueces de la tierra a los gobernantes en general (Sal. 148:11) que han sido los caudillos de la rebelión, que deberían ser prudentes y que sean ejemplos de la sumisión al Mesías, y les advierte que deben de aceptar y recibir la amonestación y que le sirvan con temor por los terribles juicios. Y que se alegren con temblor.

Punto 5. Hoy tenemos la oportunidad de honrarlo, adorarlo, amarlo y confiar en Él como nuestro Salvador y como nuestro Señor.
Salmo 2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira.  Bienaventurados todos los que en él confían.

El quiere que honremos al Hijo para que no venga juicio sobre nosotros. Porque cuando sea su segunda venida ya no será como en la primera. En este tiempo nuestro Señor Jesucristo nos gobernará como corresponde a un Rey de reyes y Señor de señores.
Desde ya nos dice que seremos bienaventurados todos los confiamos en El.

Amigo, si usted no ha tenido el privilegio de aceptar a Cristo como su Señor, hoy es el momento que lo puede hacer, y poder ser heredero junto con Él de la vida eterna, en su reino universal.

Pastor Alberto Vega


“EL TESTIMONIO DE VERDAD”

  “EL TESTIMONIO DE VERDAD” 1ª de Juan 1 y 2 Si examinamos cuidadosamente la vida de Jesús, encontramos que mucha gente le seguía y escu...